Somosradio calificó a la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC) de realizar actitudes intencionadamente manipuladoras, tras hacerse públicos los principales datos que contiene el informe remitido al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo la AERC. La Guerra de la Radio ya no tiene cuartel…
La Asociación Española de Radio Comercial (AERC) remitió ayer al Ministro de Industria, Comercio Turismo el detalle de las emisoras que ellos consideran ilegales, una situación que no cayó nada bien entre las grandes cadenas de radio, ya que algunas de sus filiales provinciales figuraban en dicha lista.
La prera réplica la ha dado esta mañana Somosradio, que han calificado a la asociación radial de “manipuladores” y de “mirar la paja en el ojo ajeno”. Según Fernando GarcíaBerlanga, Director General de Somosradio, “el mal estilo de quiénes dirigen la AERC queda reflejado en el hecho de coger como conejillos de indias a dos miembros de su asociación para intentar dar una agen de aparente transparencia”.
A su juicio se ha realizado una caza de brujas con emisoras que no son afines a la Asociación, “a mi gustaría ver junto a la lista que tanto cacarean los medios afines desde ayer, las 89 frecuencias irregulares de la SER, las 51 de ONDA CERO, las 47 de COPE y las 8 de KISS FM”, replicó García Berlanga.
En los próxos días, Somosradio remitirá el informe presentado hace dos semanas ante el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a todas las Comunidades Autónomas para que tengan de manera oficial constancia de las 260 frecuencias irregulares de los cuatro principales miembros de la AERC.
Además, la dirección de la emisora recuerda que ni el Gobierno de Aznar, ni ahora el de Rodríguez Zapatero ha ejecutado todavía una sentencia firme del Tribunal Supremo en la que urge al Gobierno a dejar sin efecto los acuerdos que en 1993 dieron lugar a la fusión de Antena 3 y la Cadena Ser en Unión Radio SA, y que tuvo como artífices a los Grupos Prisa y Godó, así como a los accionistas de Antena 3 englobados en la sociedad Paltrieva.
“Otro ejemplo del cachondeo en que se ha convertido esto“, apostilló GarcíaBerlanga.