Los diferentes regalos con que los diarios presos han saturado a sus lectores han comenzado ha resucitar su alicaída venta de ejemplares. Sólo en este año, El País ha recaudado 64 millones de euros promociones.
PRISA presentaba el vies con gran orgullo sus resultados durante los preros nueve meses y se vanagloriaba de su gran acierto comercial al recaudar nada menos que 95,72 millones de euros sólo las promociones que casi diariamente adjunta en sus cabeceras, casi 20 millones más que los beneficios totales de sus empresas hasta septiembre.
Es más, su principal cabecera de El País, ha logrado recaudar 64 millones de euros, con sus CDs, DVDs y libros que adjunta casi diariamente a sus publicaciones. El gran éxito es la Enciclopedia que desde principio de año se vende con su edición dominical. Ésta, que ha facturado 43 millones de euros, sin lugar a dudas ha sostenido sí sola la media de ejemplares vendidos de este periódico en 839.000 ejemplares.
Y suma y siguen. Basta con dirigirse a cualquier quiosco, especialmente los domingos, para ver que a las tres de la tarde ya no quedan Atlas de National Geographic de ABC o Historias de España de El Mundo. Además, como no pasaba hace mucho tiempo, las ediciones dominicales se agotan antes de la hora de la merienda.
No obstante, en el exceso siempre está el fracaso y a las exitosas promociones se suman una serie de regalos de dudoso éxito con que las cabeceras nacionales amenazan con saturar el mercado para quitarle circulación a la competencia.
De esta manera, El País ha comenzado con una serie de programas informáticos, ABC ha lanzado películas infantiles y El Mundo una colección de monedas, todas promociones con dudoso éxito, que incluso podrían eclipsar a las que tiene más tirada.
Con todo, este panorama, lejos de alegrar a las casas editoras debe preocuparles, ya que su circulación ya no se está sustentando en su oferta periodística. Incluso se da el caso de personas que compran el diario la obligación de la promoción y ni siquiera lo leen.
En definitiva esta es una peligrosa forma de hinchar los datos de circulación y obliga a las principales cabeceras a sacar cada vez promociones más atractivas para mantener a un público sumamente volátil que cada vez le interesa menos los contenidos periodísticos…
¿Que sacarán cuando se acaben las colecciones de libros, CDs y películas? Desde luego no serán periódicos…