La internacional marca de tabaco, Camel, se ha propuesto renovar sus formas de expresión, gráficas y de contenido, sin renunciar para ello al icono que le ha hecho conocido y que es su signo distintivo, el camello.
Si algo ha caracterizado a Camel a lo largo de los últos años es una estrategia creativa y una trayectoria aginativa, auténtica y memorable, cualidades que la compañía se ha propuesto mantener y asegurar con su nueva comunicación, fortaleciendo el carácter ya consolidado de Camel mediante el uso de una agen tradicional como es el camello. En los distintos visuales, el Camello sugiere más que nunca la intriga y el exotismo, reflejando fielmente el espíritu de la marca: independiente, dinámico, explorador, auténtico…
El mensaje único que Camel comunica en su nueva campaña pretende inspirar en el consumidor la búsqueda de una visión diferente de las cosas, y motivarles a cambiar su punto de vista, a mirar el mundo con otros ojos. Así, la palabra clave sobre la que giran todas las comunicaciones es “El principio”. De este concepto parten los diferentes visuales de campaña, tratando siempre que el consumidor busque en las cosas cotidianas su propia visión del mundo y de Camel: desde descubrir una constelación con la forma de camello en el cielo, hasta que los libros, aleatoriamente colocados en una estantería, dibujen esta misma figura.
La claridad de ideas de esta campaña refleja el éxito ya consolidado de una marca moderna, renovada y actual, pero con décadas de experiencia a sus espaldas. Se trata de rescatar del pasado lo mejor y lo más autentico de Camel, el camello, y adecuarlo al presente y a los nuevos intereses que mueven a los consumidores de la marca.
Esta nueva campaña tiene un alcance Internacional, ya que busca reforzar el sentido global de la marca enca de objetivos locales, y está motivada el deseo de evolucionar, de renovarse para mantener el mismo nivel de competitividad. Sólo evolucionando es posible mantener unos objetivos de creciento, ahora y de cara al futuro.
