El Museo Tiflológico de la ONCE presenta un nuevo sistema de audioguías, que ofrece información sonora para facilitar su recorrido táctil y un conociento histórico de las piezas que conforman sus colecciones. Este museo, que cumple 12 años, ha recibido más de 100.000 visitas desde su creación en 1992.
El Museo Tiflológico de la ONCE presenta un nuevo sistema de audioguías, que ofrece información sonora para facilitar su recorrido táctil y un conociento histórico de las piezas que conforman sus colecciones. Este museo, que cumple 12 años, ha recibido más de 100.000 visitas desde su creación en 1992.
Este nuevo sistema de información sonora a través de audioguías supone para el Museo un tante avance tecnológico, permite una mejor difusión de sus contenidos táctiles y significa un paso adelante en la elinación de barreras para facilitar una mejor accesibilidad al mundo de la cultura.
En una prera fase se sonorizará el recorrido táctil de las 36 maquetas que se encuentran ubicadas en las salas de arquitectura de monumentos nacionales e internacionales del Museo; todas realizadas en materiales resistentes al tacto: maderas, metales, piedras diversas, etc. Y cuyas escalas permiten un reconociento y disfrute de todos y cada uno de sus múltiples detalles parte de las personas ciegas y deficientes visuales.
La audioguía, desarrollada la empresa Flexiguía, contiene explicaciones sonoras individualizadas de la colección del museo. Con pulsar sobre un teclado táctil, el usuario escucha la información que desea, y permite al visitante realizar un recorrido táctil con explicaciones detalladas de cada pieza, así como un recorrido histórico.
La audio guía pesa tan solo 150 gramos y contiene 20 horas de audio en formato digital, y es un instrumento fundamental para permitir la accesibilidad a personas con discapacidad visual y sensorial en sus visitas a todo tipo de espacios culturales.
Doce años de un museo para tocar
Concebido para que sus visitantes vean y toquen las obras expuestas, el Museo Tiflológico de la ONCE fue creado en 1992 y diseñado para paliar las necesidades de sus usuarios. El nombre tiene su origen en la palabra griega tiflos (ciego) y alude a todos los aspectos técnicos y culturales relativos a la ceguera.
Entre las 36 maquetas incoradas a su colección, el Museo cuenta con las del Taj Mahal, realizada en mármol blanco de Macrana (India); la Torre Eiffel, acabada en diversos metales; el Coliseo de Roma, en marmolina; Jerusalén, realizada con madera de olivo y nogal; y ChichónItzá, en piedra caliza. En la sala de monumentos nacionales podemos destacar el Palacio Real de Madrid confeccionado en madera de haya; la Catedral de Santiago, construida en diversos metales; el Mihrab de la mezquita de Córdoba, en madera de haya; y el Templo de la Sagrada Familia de Barcelona, compuesto diversas maderas.
También cuenta con una zona dedicada a la historia de la ONCE, con materiales y cupones de los 66 años de la organización.
En su sala de exposiciones temales, afamados y prestigiosos escultores y pintores han puesto sus piezas a disposición de las personas ciegas y deficientes visuales, para que estas puedan disfrutar, a través del tacto, de sus diversos materiales, texturas, temperaturas, sensualidad y voluptuosidad. Entre otros artistas destacan Prieto Lago, César Delgado, Rafael Arias, Matías Quetglas, Ángel Camino, Javier Barrios, Amancio González, Leandro Seixas, y en fechas recientes Lorenzo Quinn y Víctor Ochoa.
En el diseño de sus 1.500 metros cuadrados se ha incluido una serie de características que ayudan tanto a conseguir una perfecta movilidad dentro de sus instalaciones como una buena accesibilidad a sus contenidos.
