BUENOS AIRES (07/01/05) Las declaraciones de Néstor Kirchner acusando al periodismo argentino de amarillista no han sentado nada bien dentro de la profesión. La ADEPA ha salido al paso de estas críticas lanzando una ofensiva contra el Presidente, al que acusan de no saber encajar las críticas.
Las declaraciones efectuadas Néstor Kirchner acusando al periodismo argentino de amarillista no han sentado nada bien dentro de la profesión. La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) ha salido al paso de estas críticas lanzando una nueva ofensiva contra el Presidente, al que acusan de no saber encajar las críticas.
El periodismo siempre se ha visto en una difícil situación a la hora de relatar las tragedias humanas como la ocurrida en la discoteca Cromañón. El ejemplo más reciente lo podemos encontrar en el tratamiento dado a los atentados en Madrid de Marzo de 2004, denostado la representante de la asociación de víctas del 11M, quien afirmaba que los medios de comunicación utilizaban arbitrariamente las ágenes que tanto conmocionaron a los familiares de las víctas.
Por desgracia, algo silar está ocurriendo hoy día en Argentina tras el incendio de la discoteca Cromañón el 30 de diciembre, en la que perecieron 188 personas: el presidente del país, Néstor Kirchner, arremetió duramente contra la prensa, acusándola de “amarillista”, y de “querer utilizar el dolor de las víctas en su propio beneficio”. Recordemos que Kirchner fue duramente criticado su postura ante la catástrofe, ya que no regresó a la capital desde su lugar de descanso, Santa Cruz.
Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) arremetió duramente contra el presidente, al que tildó de no saber encajar las críticas (“en el ejercicio crítico que la profesión y la sociedad demandan, el periodismo puede verter juicios que molesten a sus destinatarios”). Así mismo, defendió “la obligación moral y profesional” del periodista a la hora de decir lo que piensa.
