Faltan pocos días para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se pronuncie la OPA de Jae Castellanos y sus amigos sobre el Grupo Recoletos. Al mismo tiempo los accionistas minoritarios de la compañía se encuentran en una situación cada vez más difícil. Por un lado, los diferentes analistas bursátiles recomiendan que vendan el “papel” ya que el valor está estancado, pero otro deberán asumir la pérdida del 40% de su inversión.
Faltan pocos días para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se pronuncie la OPA de Jae Castellanos y sus amigos sobre el Grupo Recoletos. Al mismo tiempo los accionistas minoritarios de la compañía se encuentran en una situación cada vez más difícil. Por un lado, los diferentes analistas bursátiles recomiendan que vendan “papel” ya que el valor está “estancado”, pero otro deberán asumir la pérdida del 40% de su dinero invertido.
La situación no es fácil para los cientos de accionistas que hace cuatro años confiaron en el proyecto de Recoletos y compraron acciones de la compañía a los doce euros que se vendieron en ese momento. La mayoría de ellos no eran inversores habituales en Bolsa, ni mucho menos avezados Brokers, splemente eran personas comunes (muchos de ellos trabajadores de Recoletos) que apostaron gran parte de sus ahorros y de sus futuras pagas a la aventura bursátil de Castellanos y Pearson.
Ellos serán los principales afectados con esta OPA que pretende comprar la totalidad de la compañía para excluirla de Bolsa. El precio que se quiere pagar es de 7,20 euros, un 38% más bajo que lo que pagaron sus acciones hace cuatro años. Si una persona compró acciones de Recoletos un valor de 1200 euros, ahora sólo recibirá 720 los mismos papeles. Eso sin descontar la inflación de estos últos cuatro años que ha sido cercana al 10% acumulado.
El margen de maniobra de estos accionistas minoritarios es extremadamente escaso en estos momentos. La acción cerró hoy en 7,17 euros, una cifra cercana a la oferta, pero que según los analistas no debería seguir subiendo. Los expertos bursátiles han señalado que el valor se ha vuelto “estático“. Prueba de ello es que en el últo mes sólo ha variado dos céntos.
Según los rumores que rondan en Bolsa, la OPA debería ser autorizada la CNMV en las próxas semanas. Tras ésta, la compra de las acciones parte de Castellanos a los minoritarios sería sólo cuestión de semanas. Si éste cronograma se cumple, en marzo ya estarían sacando a la empresa de Bolsa.
Una difícil realidad que demuestra que a los grandes empresarios les preocupa poco la realidad de sus pequeños accionistas…
