La APM ha considerada inadecuada y errónea la decisión de la Junta Electoral Central de exigir a las televisiones públicas procionalidad en función de los escaños, para la cobertura informativa.
La Asociación de la Prensa de Madrid ha considerada inadecuada y errónea la decisión de la Junta Electoral Central de exigir a las televisiones públicas procionalidad en función de los escaños, para la cobertura informativa del próxo referéndum.
Por el contrario elogia la decisión que había tomado la dirección de RTVE de aplicar criterios profesionales. Según ha dicho la Asociación en un comunicado, someter la información a criterios restrictivos mediante la posición de cuotas no mejora la democracia, sino que la deteriora, la burocratiza y la somete a controles esterilizantes y absurdos.
La APM ha señalado que las televisiones públicas necesitan es “libertad, profesionalidad, responsabilidad y espacio para el talento y el trabajo serio”. Por lo que indican que utilizar el cronómetro para medir tiempos y procionar las apariciones es tarea de controladores, puede hacerlo un semáforo bien programado, y no requiere profesionales del periodismo, han señalado. “La Junta Electoral hace un flaco favor a la libertad de expresión que es consustancial al sistema democrático y a una sociedad abierta”, concluyeron.
La Junta Electoral Central ha aprobado una resolución en la que advierte a RTVE de que en la cobertura informativa del referéndum sobre la Constitución Europea del 20 de febrero deberá tener en cuenta los escaños obtenidos las formaciones políticas en las últas elecciones generales, celebradas en marzo de 2004.
El Consejo de RTVE aprobó el 20 de enero mayoría un Plan de Cobertura Informativa para el referéndum en el que hablaba de “planteamientos novedosos” que, al considerar que el referéndum no es un proceso electoral con traducción en escaños, el seguiento de la actividad electoral en sus noticiarios televisivos y radiofónicos no debería regir el sistema habitual de bloques electorales estrictamente diferenciados, sino que habrían de predominar los “criterios estrictamente periodísticos”.
