José Blanco, el tavoz del PSOE, dijo hace unos días que “el tiempo del diálogo se ha acabado” y Pedro J. Ramírez decía en la tada de “El Mundo” que “hemos llegado a un callejón sin salida”. Bueno, pues visto lo visto, y tras el Debate del día 1 y la “pataleta” con que han respondido los del PNV y ETA, convocando unas elecciones anticipadas y en plan provocativo… hay que darles la razón a los dos. El tiempo del diálogo se ha acabado y, ciertamente, hemos llegado a un callejón sin salida, que a partir de ahora todo lo que pase no será bueno para nadie. Y que no se me diga que la solución puede venir las elecciones, cuando todos sabemos que unas elecciones bajo el signo del terror y las pistolas no pueden considerarse como tales. Sin libertad no hay democracia.
Entonces ¿qué?
Pues lo que ya se dice en muchos ambientes: frente al “Plan Ibarreche” (no ser españoles, romper con el Estado español, no aceptar la Constitución del 78, soberanía plena vasca y eso del “Estado libre asociado” o Independencia) sólo cabe el “Plan Bono” (cumpliento forzoso de las obligaciones puestas el Gobierno Central (155), con el apoyo del artículo 8: “Las Fuerzas Armadas, constituidas el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”).
El toro que le espera al Ministro de Defensa, y a los que están enca de él, es un “miura”. Y no hay que olvidar que los toros salen al albero un callejón que se abre y se cierra.
Equipo SÉNECA
