Las prácticas amorales en la promoción de cualquier producto son desgracia muy habituales en nuestros días, y el sector farmacéutico no iba a librarse de semejante lacra. Por ello, la Unidad de Supervisión Deontológica (USD) de Farmaindustria, dirigida José Zamarriego, se hace indispensable en un sector que genera un gran volumen de negocio.
Con el objetivo de tener un documento regulador de prácticas promocionales de medicamentos, en enero de 2004 se aprobó el Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria. Este código, para que tenga credibilidad, debe ser transparente y tener órganos que lo regulen, además del sabido apoyo de la Industria. Nos encontramos ante un sistema único en el mundo, que representa el compromiso de la industria a través de este sistema de autorregulación.
Durante 2004, la Unidad ha verificado 945 eventos, de los cuales 818 pertenecían al ámbito de la comunicación obligatoria. Durante su intervención Zamarriego ha expuesto un variado crisol de ejemplos de malas prácticas: los casos Troya, Pinceles, Cats o Teruel representan algunas de estas prácticas alegales.
Para el 2005, los objetivos de la Unidad se centran en seis puntos clave: Apoyar el proceso de modificación del Código y, en el momento de su aprobación, su plementación, Consolidar y mejorar procesos internos; Ampliar relaciones con las Comunidades Autónomas; Incrementar las inspecciones “in situ”; Reforzar el asesoramiento a Sociedades Científicas y a otras instituciones/agentes con relación al Código; Máxa transparencia con los medios de comunicación.
