RSF alerta sobre la situación en Cali

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CALI (23/02/05) Reteros sin Fronteras ha manifestado su preocupación el empeoramiento de la situación de la libertad de prensa en Colombia, y en particular en la región de Cali (oeste del país) tras la voladura con plástico de los locales de la radio televisión RCN, ocurrida el 20 de febrero en Cali.

Reteros sin Fronteras ha manifestado su preocupación el empeoramiento de la situación de la libertad de prensa en Colombia, y en particular en la región de Cali (oeste del país) tras la voladura con plástico de los locales de la radio televisión RCN, ocurrida el 20 de febrero en Cali.

 

“Exigos que una investigación en profundidad identifique a los autores de este atentado específico a la profesión de periodista, y al derecho a informar”, ha declarado la organización que tampoco se olvida de los anteriores casos conocidos en la región, y sigue esperando su resolución.

 

El 20 de febrero, un automóvil modelo Renault 4 lleno de explosivos destruyó el 70% del edificio de RCN en Cali. En el atentado resultaron heridas dos personas, que tuvieron que ser hospitalizadas: Ricardo Luna, operador de Radio Calidad, y Jae Alberto Martínez, vigilante de RCN.

 

El general Reinaldo Castellanos, jefe de los Ejércitos, acusó a las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC) de estar en el origen del ataque.

 

No es éste el prer atentado que se produce contra las instalaciones de RCN. En abril de 2002, un equipo del canal fue el blanco de unos disparos cerca de Cali. En el atentado murió Walter López y el camarógrafo Héctor Sandoval falleció al día siguiente, como consecuencia de las heridas. En aquella época, los periodistas acusaron a los militares quienes, a su vez, echaron la culpa a las FARC. En 2002 también sufrieron atentados las sedes de RCN en Cúcuta y Valledupar. En abril del mismo año dispararon unos cohetes a la sede del canal RCN en Bogotá.

 

Por otra parte, Reteros sin Fronteras conoció, el 19 de febrero, el asesinato del fotógrafo Hernando Marné Sánchez Roldán, ocurrido en Tulúa, localidad vecina a Cali y territorio disputado entre guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes. El periodista estaba tomando unas fotos cuando se le acercó un desconocido, que le abatió de dos disparos. Todavía no se ha establecido la relación entre este cren y la profesión de la vícta, quien afirmaba que nunca había recibido amenazas.

 

 

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