QUÉ HARÍA YO SIN MI BOLA DE CRISTAL
Poco, muy poco. De hecho, no se trata de una metáfora. Los que me conocen bien saben que en mi despacho tengo siempre una bola de cristal donde encuentro todas las respuestas que necesito. Por lo menos eso deben creer todos los que piensan que el Marketing Estratégico consiste en frotar la bolita y encontrar la solución a todos los problemas, así, sin más, arte de magia. Pero el Marketing es mucho más que eso y, desde luego, nada tiene que ver con el arte adivinatorio y de la provisación sino que, el contrario, es producto de la lógica, el método y el esfuerzo. Y ese es el secreto del éxito, ahí es donde está la clave, en aplicar algo tan sencillo como el sentido común, pues es la única forma posible de posicionar nuestra empresa dentro de un mercado tan competitivo. Sentido común para ser más aginativos, más prácticos, más reflexivos, para planificar nuestras estrategias, para tomar decisiones, para actuar…Sin embargo, si hay algo que todo el mundo creemos tener y de lo que, desgraciadamente, adolecen un gran número de personas es de una virtud tan sple como el sentido común. Una cualidad que se convierte en el ABC para los profesionales del Marketing y la empresa.
Dicen que la genialidad está en ver lo que todo el mundo ha visto y pensar lo que nadie ha pensado. ¿Acaso no es esto una lección de lógica y sentido común aplastante? Pero lo tante no es sólo verlo, sino pasar a la acción. Por eso cuando doy una conferencia siempre suelo incluir una trasparencia que dice: La clave no está en conocer el secreto, sino en querer aplicarlo, es decir, sobran las palabras y faltan los hechos. Hay que poner en práctica lo que predicamos, algo que deberían aprender muchas compañías. Soy conciente de que mis palabras difícilmente provocarán el eco deseado, al fin y al cabo, soy splemente un producto nacional y no me muevo en cachés millonarios. Pero me consuela saber que mi opinión no algo personal y aislado, pues también los grandes gurús internacionales cuya visión tomamos de referencia, basan sus argumentaciones en la lógica más pura. Es el caso, ejemplo, del nuevo gurú de los negocios, el sueco Jonas Ridderstrale, que estará en Madrid, en el Salón Capital Humano (www.saloncapitalhumano.com) del 19 al 21 de abril y cuya intervención no quisiera perderme. Este brillante y prestigioso orador afirma que vivos en un capitalismo de karaoke, donde las empresas se litan a itarse unas a otras, sin arriesgarse a innovar, a dar el salto, a actuar. Pero si queremos triunfar tenemos que atrevernos a ser diferentes. Una vez más, amigos es una cuestión de sentido común y eso es, ni más ni menos, lo que veo cuando miro mi bola de cristal Ya lo decía Lewis Carroll, “si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría a ser; pero como no es, no es. Eso es la Lógica”.
Rafael Muñiz es director general de Rmg (www.rmg.es) compañía especializada en auditoria de Marketing y Ventas
