En Gran Vía son conscientes de que la apuesta de CUATRO es mucho más seria de lo que parece, que pasan de ser un canal residual a una cadena convencional sin periodo de pruebas, ya que su señal llega correctamente a todo el país. Y se sabe que remontar un bajo share es difícil. Pero también saben que una buena parrilla se compone en buena parte en verano. Veremos que pasa.
En Gran Vía son conscientes de que la apuesta de CUATRO es mucho más seria de lo que parece, que pasan de ser un canal residual a una cadena convencional sin periodo de pruebas, ya que su señal llega correctamente a todo el país. Y se sabe que remontar un bajo share es difícil. Pero también saben que una buena parrilla se compone en buena parte en verano.
Y es entonces cuando Prisa podría dar el campanazo, recuperar a uno de “sus chicos”: Javier Sardá. El periodista catalán ya está harto de tener que luchar contra el apelativo del Rey de la telebasura. Además, cree que el apoyo que le ha dado la cadena en su lucha Buenafuente, el único que hasta ahora le ha plantado cara, ha sido más que escasa, inexistente. No ha habido suficientes autopromociones y se le han mantenido cortes de publicidad que él mismo ha pedido que fueran elinados.
Vamos, que Sardá está calentito con su casa, a la que tanto ha dado (muy cierto) para que ahora se lo paguen así. Y él ya tiene el respeto de su director del banco… lo que podría alegar un cansancio repentino para abandonar Telecinco un año antes de que expire su multillonario contrato.
El nuevo programa de Sardá nada tendría que ver con los actuales marcianos, sería un programa de entrevistas, variedades y en definitiva, búsqueda de algo que su paso Telecinco le ha negado, reputación y respeto.
En los despachos de Gran Vía se ha hablado también de su contendiente, Buenafuente (otro chico SER de toda la vida). Pero, en su caso diferente, que no creen que Andreu vaya a cambiar que sí de cadena, agradeciendo la confianza de Carlotti y Antena 3. Pero todo se andará en su momento.
Siguen pensando en Julia Otero para las tardes (un programa como La Columna) y hay división de opiniones sobre la mañana.
Lo que está claro es que desde mayo veremos sólo un embrión de lo que llegará en septiembre. De momento van a jugar a hacer una programación “base”. El verano servirá de banco de pruebas para algunos programas, y será septiembre, cuando veamos la parrilla definitiva, que tiene que ser “la mejor”, “cueste lo que cueste”… Palabra de Dios.
