El cantautor español Ismael Serrano aludía en uno de sus últos discos a la fragilidad de la memoria de los peces, cuya memoria a corto plazo se reduce a cinco segundos de recuerdos. En muchas ocasiones, la sociedad sufre un ataque de amnesia y se olvida de hechos tantes a favor de otros. De este modo, el Carmel, el Tsunami o el Windsor se han visto eclipsados la exhaustiva cobertura de la agonía y muerte de Juan Pablo II.
El cantautor español Ismael Serrano aludía en uno de sus últos discos a la fragilidad de la memoria de los peces, cuya memoria a corto plazo se reduce a cinco segundos de recuerdos. En muchas ocasiones, la sociedad sufre un ataque de amnesia y se olvida de hechos tantes a favor de otros. De este modo, el Carmel, el Tsunami o el Windsor se han visto eclipsados la exhaustiva cobertura de la agonía y muerte de Juan Pablo II.
La amplia cobertura dedicada a los últos días de Carol Wojtyla ha dejado en un segundo plano los temas candentes de la actualidad nacional. La crisis del Carmel cuyos afectados siguen esperando una solución o el incendio del edificio madrileño Windsor parecen haber caído en un segundo plano, para suerte de unos y desgracia de otros.
Curioso es que en ambos ejemplos citados, los principales beneficiarios parecen ser los mismos: la clase política, que tiene que estar respirando tranquila tras escaquearse de dos marrones de considerables densiones, en los cuales todas las miradas iban dirigidas hacia ellos. En el prer caso las conocidas comisiones del 3%, y en el segundo no haber intervenido a tiempo y no tener los medios necesarios para sofocar el devastador incendio.
Sólo nos queda esperar que los medios de comunicación despierten de su letargo y vuelvan a la carga…
