Tras nuestra noticia exclusiva que contaba las nuevas exigencias de la Junta de Andalucía de que las productoras solo contrataran presentadores andaluces para Canal Sur, nos hemos puesto a investigar qué pasa con el resto de los canales autonómicos y tras hablar con un buen números de periodistas de TV en diferentes puntos del país las noticias no son buenas: en gran parte de ellos se discrina a quienes no son de la región. Es un nuevo tipo de discrinición lamentable: la discrinación del acento.
Tras nuestra noticia exclusiva que contaba las nuevas exigencias de la Junta de Andalucía de que las productoras solo contrataran presentadores andaluces para Canal Sur, nos hemos puesto a investigar qué pasa con el resto de los canales autonómicos y tras hablar con un buen números de periodistas de TV en diferentes puntos del país las noticias no son buenas: en gran parte de ellos se discrina a quienes no son de la región. Es un nuevo tipo de discrinición lamentable: la discrinación del acento.
Según los correos electrónicos llegados hasta nuestra redacción y los diferentes periodistas de televisión consultados, ya sea en productoras, en delegaciones de televisiones nacionales o en los propios canales autonómicos, las mayores discrinaciones se producen en el País Vasco, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Galicia. Si bien se reconoce que no existen órdenes concretas que digan que hay que prohibir la entrada a “extranjeros”, existe un pacto tácito de favorecer siempre a los ciudadanos locales sobre los de otras comunicados cuando se oferta una plaza periodística.
Muchos explican esta situación, en una razón tan sple como que en los canales se buscan presentadores o redactores que entiendan los códigos de la cultura de cada comunicad o splemente una empatía con los auditores que siempre son de la misma región. Así se ha institucionalizado la costumbre de la selección el acento. Por ejemplo si soy un redactor andaluz y voy a solicitar trabajo a Cataluña o viceversa, muchas veces se me deja en el final de la lista a la espera de que llegue algún local, y todo el acento que delata.
Una práctica nefasta para el libre ejercicio del periodismo y que lamentablemente se extiende en varios canales autonómicos del país, según nos han contado nuestras fuentes. Lamentable.
Seguiremos informando…
