En cualquier empresa si a vosotros os despiden tenéis que autorizar vuestra baja y la modalidad en que esta se realiza de la seguridad social, además tendríais que firmar tu finiquito para luego cobrarlo. En Recoletos las cosas no son así y prueba de ello ha sido la extraña forma en que han terminado la relación laboral con sus 67 ex trabajadores de Expansión TV. Prero, como ya les contamos, se les dio la baja voluntaria sin esperar su autorización y ahora se les ha ingresado el finiquito en sus respectivas cuentas sin esperar su firma y para evitar cualquier protesta y resolución laboral en contra.
Estas actitudes han generado indignación en los trabajadores quienes ven como Recoletos ha tomado dos decisiones claves para su futuro de manera unilateral y vulnerando cualquier normativa vigente sobre despidos. Consideran, y así se los ha hecho saber el abogado experto en temas laborales que le asesora, que en cualquier empresa del mundo es posible que no se espere la firma de los afectados para darles la baja y menos para entregarles el finiquito.
Recoletos, para evitar cualquier disputa y para desligarse lo antes posible de sus trabajadores ha optado dar la baja voluntaria (y así evitar el pago de cualquier indemnización despido) y entregar un finiquito mediante ingreso cuenta para evitar que la situación se dilate y sacarse el marrón de los 67 trabajadores lo antes posible. El problema es que la situación laboral de los trabajadores en su nueva empresa Intereconomía TV, tampoco está nada clara.
Como ya os hemos contado, un lado están cobrando lo míno de parte de Recoletos, que la empresa considera que legalmente sólo es un cambio de compañía y no un despido, sin embargo del lado de Intereconomía sólo se reconoce la antigüedad de los trabajadores y su sueldo, pero no las garantías laborales que han ganado en anteriores luchas sindicales con Recoletos refrendadas en el Convenio Colectivo. Un contrasentido en el que ambas empresas se desligan de cualquier responsabilidad…
En cuanto a los trabajadores, la indignación es máxa, aunque son conscientes de que no tienen mucho margen de maniobra para exigir sus legítos derechos. Por un lado, saben que lo que ha hecho Recoletos es demandable, pero entablar un litigio con ellos haría extensible la disputa legal al Grupo Intereconomía, su actual empleador. Un ámbito en el que gran parte de la plantilla prefiere no entrar, para no tener problemas con su actual empleador. Una situación complicada, de la que supuesto seguiremos informando…
