Es alucinante. La situación del actual director general de Telemadrid, Manuel Soriano debe ser como la de un naufrago que está esperando su rescate pero se esconde al ver los barcos. Debe sentir una gran desolación e incomprensión.
Es alucinante. La situación del actual director general de Telemadrid, Manuel Soriano debe ser como la de un naufrago que está esperando su rescate pero se esconde al ver los barcos. Debe sentir una gran desolación e incomprensión y si los Tribunales demuestran que todo esto es un montaje de la Ser, como él ha comentado, es para quitar la licencia de ser humano y arrojar al olvido y al destierro a seres capaces de llegar a tal vileza.
Si el contrario los mismos Tribunales condenan a Manuel Soriano, ni que decir tiene que a quien habría que aplicar un apagón es a él mismo. Pero, no sólo es Soriano el que lo está pasando mal. Muchas personas, trabajadores, su entorno más próxo, la propia Noelia, no deben estar pasando un buen momento. Y concluyendo, que deben ser los Tribunales los que adopten las decisiones, que lógicamente no van a contentar a todos, nos preguntamos qué hacer, en un caso tan desgraciado como este y en el que hablamos de la dignidad y el buen nombre de las personas. Lo prero ditir. Y qué pedos que dita, qué somos tan tajantes. Porque es un asunto que invade claramente el ámbito privado y, la posibilidad de defenderse desde un Ente Público, mantenido con dinero de todos los madrileños, es una perversión.
Es más que probable que la Televisión Autonómica se vea afectada un plante de los trabajadores, que los sindicatos no dejen pasar otunidad –ayer le entregaron un escrito a Rodrigo Rato para recordar esta situación al director general e invitados. La Federación de Mujeres Progresistas ya ha dibujado el cuaderno de ruta, la Ser tendrá que defender su buen nombre, y no va a consentir que les cuelguen esta historia… Y con toda esta guerra que se va a montar alrededor del director general de Telamadrid, ¿no es más fácil ditir?
Además, se debe marchar los madrileños, la confianza que Esperanza Aguirre ha depositado en él – ¡lo que faltaba ahora era la crisis de Soriano!, su buen nombre y defender en los Tribunales –si prospera la querella, de igual a igual, una situación que nada tiene que ver ni con reputación corativa, ni con marca, ni con cuentas, ni audiencias, tiene que ver con Manuel Soriano y la querella presentada Noelia del Val Curiel.
Manuel Soriano debe ditir…
Aunque sólo sea aquello de Julio César cuando repudia a su esposa Pompeya a sabiendas de que no había participado en el escándalo que se había organizado con la fiesta de la Bona Dea… Cuando le preguntaron a César qué repudiaba a Pompeya, convencido como estaba de que no había participado en el lío de faldas, César dijo su famosísa frase que ha pasado a la historia: “Porque la esposa de César debe estar enca de toda sospecha”.
