Incrementar el grado de responsabilidad ante determinadas tareas es muy positivo, ya que toman conciencia de que se puede confiar en ellos y que se les considera aptos para el desarrollo de las mismas, como dejarlos al cuidado de hermanos menores en ausencia de los padres o encomendarles el desempeño de tareas que antes sólo realizaban los adultos.
Incrementar el grado de responsabilidad ante determinadas tareas es muy positivo, ya que toman conciencia de que se puede confiar en ellos y que se les considera aptos para el desarrollo de las mismas, como dejarlos al cuidado de hermanos menores en ausencia de los padres o encomendarles el desempeño de tareas que antes sólo realizaban los adultos.
● Darles participación en las discusiones, preocupaciones y alegrías de la familia. Se les debe dar información para que se involucren y colaboren en las situaciones de su entorno familiar. Esto supone un entrenamiento y un aprendizaje de conocientos que luego podrá poner en práctica en situaciones personales.
● Comunicarles nuestros sentientos.
Se tiene la concepción errónea de que los padres deben mostrarse a sus hijos como fuertes e invencibles, no pueden demostrar que están cansados o que han tenido un mal día. El ocultar los sentiento a los hijos es muy negativo, ya que ellos se miran en todo momento en sus cuidadores, en cómo reaccionan ante situaciones complicadas y en cómo exteriorizan sus sentientos. Por lo tanto el no hacerles partícipes de nuestros verdaderos sentientos les crea confusión y angustia al enfrentarse a situaciones y no saber cómo expresar lo que sienten, pues desconocen el modelo a seguir.
● Exigir el cumpliento de las normas morales y sociales.
No se deben pasar alto conductas como la mentira, el robo o la falta de respeto hacia otras personas, ya que de lo contrario el adolescente interpretará nuestra indiferencia hacia esa conducta como la manera adecuada de actuar.
● Aunar criterios educativos.
Es muy tante para el correcto desarrollo de los adolescentes que sus padres sigan los mismos criterios para su formación tanto social como personal. Algunos aspectos en los que deberían estar de acuerdo los padres son: la exigencia de lpieza, la hora de llegada a casa, decidir si puede dormir en casa de amigos. Hay que tratar de evitar situaciones en las que uno tenga que hacer de bueno y otro de malo. Es muy fácil ceder a las peticiones de los hijos cuando uno está agotado, lo que es recomendable, que en estas ocasiones, se delegue la responsabilidad de decisión en el otro miembro de la pareja.
