¿Hacia dónde va Recoletos?

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Hacia la nada, a su extinción. Ayer contábamos seis de los siete despedidos, pero la cola va a ser larga y al menos otros cinco deberán abandonar la Casa, hasta doce trabajadores no es necesaria la aplicación de un expediente de regulación de empleo. Eso sí, los recambios, de los ayer despedidos, llegan como becarios. ¿Se resentirá la calidad del producto?

Nadie entiende qué está pasando en Recoletos. A las cribas y lpiezas de Manuel Saucedo, se unen ahora las de Jesús Martínez Vázquez, quien incomprensiblemente se ha visto reducido a volver a dar la cara donde tanto ha mandado y a poner al servicio de un insaciable JaeCas, necesitado de mayor adelgazamiento en las plantillas para continuar con sus planes de venta y liquidación, la otunidad de quitarse a los mejores.

 

Por su parte, los anteriores gestores que están viendo como se cae aquel que fue su perio, se frotan los ojos ante la pesadilla que vive el Grupo Recoletos.

 

Castellanos a Magistratura

 

Al problema de la venta de Expansión TV al grupo de Julio Ariza, y el descontento de la plantilla, hay que sumar los últos datos que obran en nuestro poder. Los trabajadores de Intereconomía TV, han interpuesto una demanda ante Magistratura para que se les reconozcan sus condiciones antes de la venta. Como ya informamos en su día, los trabajadores se han tenido que sumar al convenio de Intereconomía, dejando atrás su antigüedad, y un gran número de conquistas sociales que tenían en Expansión TV. Te obligan a subrogarte, presentan tus papeles en la Dirección General de Trabajo, y no te dan otunidad de defender tus derechos, apuntaba uno de los trabajadores a nuestra redacción.

 

Antes de que terminase el plazo legal de 20 días para presentar la demanda, los trabajadores de Intereconomía TV han dejado muestra de su queja. Ahora a Castellanos se le puede complicar la venta.

 

Y llegados a este punto, sólo queda decir que además del cambio de sede, del estrechamiento del corsé redaccional, de los recortes, inversiones y juegos con los contratos de alto nivel, la empresa de Castellanos, que no es otra que la liquidación de Recoletos, continúa su marcha.

 

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