Celos ante la llegada de un hermanito

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La llegada de un nuevo bebé a casa conmociona a todos, pero muy especialmente al hermano mayor, despertándole un sentiento nuevo: los celos. Es tarea de los padres hacer esta situación lo más llevadera posible y que surja el sentiento fraternal.El naciento de un hermano es un aconteciento familiar que cada niño percibe de manera diferente.

La llegada de un nuevo bebé a casa conmociona a todos, pero muy especialmente al hermano mayor, despertándole un sentiento nuevo: los celos. Es tarea de los padres hacer esta situación lo más llevadera posible y que surja el sentiento fraternal.

 

El naciento de un hermano es un aconteciento familiar que cada niño inscribe en su propia historia de manera particular. El embarazo de la madre dispara una serie de cuestionamientos en los más pequeños con respecto al lugar que se le asignará en la estructura familiar al recién nacido. Así, surgen los sentientos de celos, como expresión del temor a la pérdida del amor de sus padres y a sentirse desplazados.
 
Convivir con los celos


En general, cuanto mayor es el niño, los sentientos de celos pueden ser mejor manejados. Estos pueden manifestarse a través de regresiones (en la alentación, en el control de esfínteres), caprichos, llantos, agresiones. Como con cualquier otro sentiento que surge en un niño, no hay que tratar de evitarlo, sino permitir que aparezca y trabajar en ello para manejarlo.

 

¿Qué podemos hacer?

 

 

Lo más tante es la actitud que los padres asumen en relación al hecho. Si se incora el embarazo y naciento como algo natural y grato, los niños podrán expresar con espontaneidad sus sentientos. El “disular” las demostraciones de afecto del adulto al recién nacido delante del hermano mayor, brillante que resulte la actuación, genera contradicciones y tiende más a la evitación que a la aceptación de los celos. El recién nacido despierta también en su hermano sentientos de afecto que caracterizarán un nuevo vínculo.

Superar esta etapa favorablemente puede ser una experiencia enriquecedora ya que preparará a los niños a tolerar y superar futuras situaciones que generen sentientos de celos y rivalidad a lo largo de su creciento.

 

 

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