Las incoherencias de la política industrial francesa

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Hace unos días nos desayunábamos con la noticia de que Francia quiere incrementar las medidas para proteger su industria estratégica, más allá de las normas de la Unión Europea. El caso, es que France Telecom, compañía participada en un 30% el Estado galo, acaba de comprar la española Amena ¿Acaso la libre competencia no es igual para todos? Las autoridades españolas han hecho nuevamente la vista gorda y todos deberemos conformarnos con ver a Amena convertida en Orange filial de móviles de la empresa, mientras Francia pide la entrada de capitales extranjeros en su industria telefónica.

Hace unos días nos desayunábamos con la noticia de que Francia quiere incrementar las medidas para proteger su industria estratégica, más allá de las normas de la Unión Europea. El caso, es que France Telecom, compañía participada en un 30% el Estado galo, acaba de comprar la española Amena ¿Acaso la libre competencia no es igual para todos? Las autoridades españolas han hecho nuevamente la vista gorda y todos deberemos conformarnos con ver a Amena convertida en Orange filial de móviles de la empresa, mientras Francia pide la entrada de capitales extranjero en su industria telefónica.

 

Esto sin contar que France Telecom entrará a competir con empresas privatizadas como Vodafone y Telefónica. Y ya sabemos que el Estado francés no da las mismas armas a sus empresas para competir. Basta con recordar el caso de Air France, cuando Francia le dio un salvavidas financiero a una empresa que en teoría debe competir en igualdad de condiciones con el resto de las aerolíneas europeas. El caso incluso pasó los despachos del Comisario de Competencia de la UE, aunque sin sancionar.

 

Esta vez el  ministro  francés  de Industria, Francois Loos, aseguró que se van a definir “los sectores estratégicos”  a  través  de  la  publicación  de  “una lista para frenar posibles OPAs (ofertas públicas de adquisición) hostiles”. Esta  medida,  que  será  adoptada  en las próxas semanas, se aplicará a través  de  la  modificación  del  Código Monetario y Financiero del país, conforme  a  las  directrices  europeas.  “Nuestra  política  no  es la de oponernos    principio  a cualquier  compra    parte de una empresa extranjera”,  afirmó Loos,  sino  “la  de reforzar la competitividad y la independencia de nuestras empresas”.

 

Por muy adoptada a la normativa europea, esta decisión de Francia, precisamente contraviene toda la política de Competencia, que desde su creación ha sido uno de los pilares de la construcción económica de la Unión Europea. No es la prera vez que Francia vulnera las normas que junto a Alemania pusieron al resto de sus socios comunitarios. En varias otunidades han vulnerado el Pacto de Estabilidad que establece el límite del 3% del PIB; y tampoco se les ha sancionado ello.  

 

Lo más grave sin embargo, no son las políticas de actuación francesas, sino el consentiento de las autoridades españolas. No se trata de blindar la industria, pero si dar un míno de garantía a las empresas para que compitan en igualdad de condiciones, sean del país que sean. Vodafone y Telefónica no competirán contra la futura Orange, competirán contra uno de los países con uno de los PIB más altos del planeta, y frente a esto Industria no ha hecho nada. Lamentable…

 

Seguiremos Informando…

 

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