Después de las preras declaraciones en el lugar de los hechos asegurando que todos estaban bien y que había sido un milagro que no pasara nada grave, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se dirigía a la sede de Puerta del Sol para trasladar a los periodistas y a los ciudadanos la tranquilidad de la que ella misma era partícipe. Posteriormente continuó con su agenda con total normalidad.
La esperanza de hierro
Aguirre fue hasta con el tacón roto al pleno de la Asamblea
Después de las preras declaraciones en el lugar de los hechos asegurando que todos estaban bien y que había sido un milagro que no pasara nada grave, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se dirigía a la sede de Puerta del Sol para trasladar a los periodistas y a los ciudadanos la tranquilidad de la que ella misma era partícipe. Posteriormente continuó con su agenda con total normalidad.
Parecía más bien que se hubiera caído de una bicicleta en vez de haber salido de un helicóptero que estaba hecho un amasijo de hierros. La presidenta demostró, una vez más, la fortaleza innata en ella a la que nos tiene acostumbrados y en vez de tomarse el día libre, como era de esperar y como hizo su compañero de partido, siguió con su agenda como si tal cosa. A las 4 de la tarde acudía al Pleno de la Asamblea de Madrid a apoyar los Presupuestos de 2006. Y lo hizo sin cambiarse de zapatos, a pesar de tener uno de los tacones de sus botas roto como consecuencia del accidente.
Risas la anécdota de los zapatos en los pasillos de Vallecas y asombro entre los miembros de los distintos partidos que miraban los pies de Esperanza. Felicitaciones haber vuelto a nacer y de nuevo al trabajo, que había muchos asuntos pendientes que tratar.
Hoy la resaca de ayer y la celebración del día de la Constitución en la sede de la Comunidad, aunque, más bien, habría que festejar el nuevo cumpleaños de los que iban ayer en el helicóptero de Móstoles