La caída en las encuestas del Partido Socialista ha generado un terremoto en la plana mayor de Ferraz. La prera reacción fue apuntar a ‘vender mejor los logros del partido’, tirando de la manta del aparato de Comunicación. No obstante, detrás de esta maquinaria se esconde una subterránea disputa entre Pepe Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba hacerse valer como tavoz exclusivo. El Secretario de Organización de PSOE quiere controlar todo lo que comunica en el partido, mientras que el Portavoz quiere más autonomía en el Congreso. ¿Y Moraleda?
La caída en las encuestas del Partido Socialista ha generado un terremoto en la plana mayor de Ferraz. La prera reacción fue apuntar a “vender mejor los logros del partido”, tirando de la manta del aparato de Comunicación. No obstante, detrás de esta maquinaria se esconde una subterránea disputa entre Pepe Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba hacerse valer como tavoz exclusivo. El Secretario de Organización de PSOE quiere controlar todo lo que comunica en el partido, mientras que el Portavoz quiere más autonomía en el Congreso. ¿Y Moraleda?
Los movientos durante la últa semana en Ferraz han sido frenéticos. El objetivo es detener la caída en las encuestas del PSOE y la herramienta para lograrlos es la Comunicación. En el papel suena fácil, pero ordenar la casa es difícil para cualquier partido político. En estos momentos los expertos socialistas en la materia se encuentran elaborando una nueva estrategia para vender mejor sus logros de Gobierno y contrarrestar las críticas que se hacen desde la Oposición.
No obstante, la elaboración de este nuevo proyecto se ha visto entorpecida las disputas al seno de la plana mayor del socialismo. Las informaciones llegadas hasta PRNoticias hablan de discrepancias entre el secretario de Organización Pepe Blanco y el tavoz de en el Congreso Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre cómo dirigir la Comunicación del partido. Hasta el momento, Blanco comparece ante los medios para temas globales y de Estado, mientras que Rubalcaba lo hace para asuntos que tengan que ver con el Congreso y sus debates.
A raíz de las nuevas encuestas, y la inminente remodelación de la política de Comunicación, los dos políticos han discrepado sobre la forma en que se debe dirigir el barco. Blanco quiere controlar toda la política de Comunicación dentro del partido, mientras que Rubalcaba pide mayor autonomía en el Congreso, consciente de que éste es el mayor frente de batalla con el PP. ¿Y Moraleda?
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