La broma de la COPE realizada al presidente boliviano electo Evo Morales no sólo ha generado un incidente diplomático entre el gobierno de España y Bolivia, sino que amenaza a convertirse en una nueva batalla entre la Iglesia y el Ejecutivo. Hace algunos minutos, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha convocado al nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, para pedirle explicaciones la broma realizada el programa de Federico Jénez Losantos.
La broma de la COPE realizada al presidente boliviano electo Evo Morales no sólo ha generado un incidente diplomático entre el gobierno de España y Bolivia, sino que amenaza a convertirse en una nueva batalla entre la Iglesia y el Ejecutivo. Hace algunos minutos, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha convocado al nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, para pedirle explicaciones la broma realizada el programa de Federico Jénez Losantos. El objetivo del Gobierno es forzar una disculpa formal de la COPE al gobierno boliviano, algo que no se ha producido hasta el momento.
Tras largas deliberaciones el Gobierno ha decidido mover ficha y pedir responsabilidades directamente a la máxa jefatura de la Iglesia. Cuando el Gobierno pide explicaciones al nuncio Manuel Monteiro –el embajador del Vaticano en España lo hace directamente al Papa y se salta toda la jerarquía eclesiástica española, prescindiendo totalmente de Monseñor Blázquez y de toda la Conferencia Episcopal.
Está claro que la responsabilidad política de la broma recae en la Conferencia Episcopal, dueña y garante de la libertad de la emisora, pero Zapatero ha preferido recurrir a sus jefes, ante la pasividad de los obispos españoles ante el tema. Ferderico Jénez Losantos y su Grupo Risa (que de divertidos no tienen nada) han generado un a crisis diplomática entre el Gobierno español y dos estados soberanos: Bolivia y el Vaticano.
Es difícil prever las consecuencias de este acto, aunque no es difícil aginar que las relaciones entre el gobierno español y la Iglesia (sobre todo con los obispos españoles) ha sufrido un duro golpe, justo en momentos en que desde la Conferencia Episcopal se intenta mejorar las relaciones con Zapatero y su Gabinete. Difícilmente se pueda a llegar a puntos en común después de este serio incidente provocado la irresponsabilidad de un programa de radio.
Se ha cumplido el mayor de los temores para los Obispos: que su programa estrella, La Mañana, lograra finalmente romper todos los puentes de relación entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno. Se deberá realizar un trabajo muy extenso para recomponer las relaciones de ahora en adelante.
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