Mini desafía la gravedad

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Si van a subirse a un remolque en la estación de esquí de La Molina y ven aparecer un coche, no se asusten: es la últa genialidad que se le ha ocurrido a BMW para promocionar a su filial británica. Toda una amenaza a las leyes de la gravedad…

Si van a subirse a un remolque en la estación de esquí de La Molina y ven aparecer un coche, no se asusten: es la últa genialidad que se le ha ocurrido a BMW para promocionar a su filial británica. Toda una amenaza a las leyes de la gravedad…

 

El últo reclamo publicitario de BMW no puede ser más elocuente: ‘hay que estar colgao para comprar un Mini’.Ya en serio, la marca alemana se ha devanado la sesera para crear una acción de g que atrajera a los consumidores, y parece que lo ha conseguido: un Mini sobrevuela los nevados parajes de estación pirenaica de La Molina a lomos de un teleférico. Como lo oyen.

 

Hasta que termine la temada de esquí, todos aquellos que pasen la estación catalana quedarán inmersos en un juego de adivinanzas cuya solución estará en las cumbres. Banderolas en la entrada y salida en el restaurante o perching en los hoteles más representaivos de la zona son algunas de las piezas creativas que vertebran la acción.

 

A estas acciones hay que sumar la precampaña lanzada a finales de año entre los medios de comunicación, a quienes enviaron una curiosa felicitación navideña: un desplegable con un Mini insertado en una cuerda.

 

Seguiremos Informando…

 

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