‘Sólo actuamos si la gente lo demanda, no estamos al acecho’

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Joan Botella i Corral (Barcelona, 1951) es un erudito de la comunicación. Pese a no considerarse periodista, lo cierto es que conoce al dedillo los entresijos del oficio: no en vano ha sido Decano de la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona durante dos años. Botella, uno de los miembros fundadores del CAC, analiza en exclusiva con PRNoticias, las características y funciones de organismo catalán, en medio de la polémica en las últas semanas. Hablamos de la COPE y de muchas cosas más…

 

Defínase: ¿Tiene más de político que de periodista?

No soy ni una cosa ni otra. Soy un profesor de universidad a quien el parlamento Catalán le propuso ser m miembro del Consejo Audiovisual.

 

¿Qué visión tiene del periodismo nacional respecto al que se hace en Cataluña?

El periodismo que se cultiva en Cataluña es más pacificado y más consensuado. En el resto de España, particularmente en Madrid, predomina un espíritu más sangrante, más agresivo. El periodismo periférico, como el catalán, responde menos a una actitud de guiar la visión de la sociedad. Los métodos de la prensa nacional tienen una vocación más directiva, quizá ello tiendan a ser más competitivos.

 

¿Se podría resumir la función del CAC en, velar los intereses del Código Deontológico de la profesión en Cataluña?

No sólo eso. Nuestra tarea es velar el cumpliento de ciertas reglas del sector audiovisual. La problemática de la comunicación es que se combinan los intereses diversos de varios colectivos: directivos, espectadores, empresarios, autores… La intersección de estos agentes con sus derechos y reivindicaciones demanda la presencia de ciertos reguladores especializados. Pero el código deontológico del que usted me habla sólo vincula a los informadores, no vincula a los autores, etcétera. Hay que velar todos los demás, lo que significa que hay también altas posibilidades de no satisfacer a nadie.

 

¿Resulta patente la presión o la influencia que ejerce el CAC sobre los medios catalanes?

Puede parecer inmodesto, pero mi presión es que sí; supongo que no soy la persona más indicada para decirlo. Efectivamente, habría que preguntarles a los propios medios a ver cómo lo llevan. Lo que ocurre es que existen ciertas pautas de comtamiento social en Cataluña que se proyectan tanto como en los medios como sobre los organismos reguladores. Podríamos, así decirlo, atribuirnos el mérito de la sple puesta en funcionamiento del CAC, pero eso también responde al efecto general del contexto social. Si en Madrid los medios funcionan de un modo distinto a Cataluña, también es cierto que los organismos responden a esta misma tendencia.

 

Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid, ha dicho recientemente que la Generalitat les ha otorgado “poderes cuasidivinos”.

¿¡Cuasidivinos!? No, no es mi percepción. Sólo tenemos los poderes que tenía el anterior gobierno, y que el Parlamento de Cataluña consideró que estos poderes fuesen ejercidos un organismo independiente antes que un gobierno con intereses políticos. Como los consejeros del CAC, a diferencia de los partidos políticos, no podemos ser reelegidos ni recibir instrucciones, no tenemos qué inspirar inquietud. Si los poderes son divinos o no yo no lo sé, pero no son más que los que tenía antes el anterior gobierno. Hay gente en Madrid, como el que usted me decía, que prefiere que estos poderes recaigan en manos de un gobierno puro y duro. En toda Europa se ha optado nuestro modelo. Por algo será.

 

Entre sus procedientos, figura el de “adoptar instrucciones de carácter vinculante a fin de garantizar el cumpliento de la legislación”. ¿Son la Policía de los medios de Comunicación?

No, no. Nosotros analizamos cómo se interpretan y cómo se ponen en práctica las instrucciones reguladoras y las obligaciones genéricas vigentes en la materia. Sólo catalizamos las opiniones de un Foro de Espectadores formado especialistas, y desde luego, analizamos como propios los resultados de su trabajo. Sólo actuamos cuando recibos demandas al respecto. No somos cazadores al acecho. Cuando recibos quejas de gente que se ve ofendida contenidos, hacemos la valoración pertinente.

 

Tienen, además, “potestad sancionadora”. ¿No son estas competencias del Poder Judical?

No. Nosotros sólo podemos detectar incumplientos. Los incumplientos más graves, que podían dar lugar a las sanciones como la retirada de las licencias y demás, no las podemos aplicar nosotros. Esas sanciones corresponden, como es lógico, al poder Judicial. Las que aplicamos nosotros son recurribles ante los tribunales.

 

Atentados al Código Deontológico son, lamentablemente, una tónica habitual en este oficio. ¿Seguirán realizando “castigos ejemplares” como el de la Cadena COPE?

En el tema de la COPE, hemos optado movernos en el nivel más elemental de las sanciones, esto es, una advertencia. Les hicos ver que en su emisora se infringían los límites a la libertad de expresión. Todo esto ha sido notificado a la cadena; presentaron sus alegaciones, nosotros elevamos nuestra propuesta definitiva y ahora estamos pendientes de que presenten su recurso. Si vence el plazo de recurso haremos saber a ambas partes, es decir, al gobierno de la Generalitat y a la propia COPE que, a nuestro entender, y siempre con la documentación delante, la programación de esta cadena ha infringido los límites de la libertad de expresión en algunos momentos. No denunciamos a quienes nosotros queremos.

 

Vos a Iu Forn recientemente caer en los mismos errores de un medio al que se pretende sancionar. ¿No está pagando la COPE los platos rotos?

En absoluto. Con la COPE actuamos antes de que este artículo viese la luz. Además, el régen regulador de prensa es diferente al nuestro, que es exclusivo y de competencia audiovisual. No hay ningún organismo que regule los contenidos en prensa escrita. De hecho, ha sido el propio ministro de Defensa quien ha presentado una querella este artículo, que se puede considerar ofensivo a las madres de los militares. Si esto se hubiera producido dentro de un contenido televisivo en Cataluña, hubiese sido responsabilidad del consejo actuar. Y personalmente, no me cabe ninguna duda de que lo hubiésemos hecho.

 

En caso de que la COPE no viese renovada su licencia… ¿No supondría este hecho un atentado contra el derecho mismo a esa libertad de expresión que ustedes protegen?

En principio, todas las licencias y concesiones deben renovarse; salvo que el solicitante hubiera infringido gravemente las condiciones de la concesión. Pienso que la resolución adoptada es extremadamente razonable y estoy seguro de que hay responsables en el consejo de Administración de la COPE que están de acuerdo con las observaciones que se les hicieron. Esta falta debería hacer reflexionar a los dirigentes de esta emisora sobre sus verdaderos contenidos editoriales.

 

¿Prosperará en la comisión de Peticiones de la UE el manifiesto COPE de Luis Herrera?

Hay algo de confusión, que en este manifiesto existen algunas diferencias de planteamiento. Una cosa es lo que declaraban los proponentes, y otra lo que aparece en la forma de tratar el texto. Aquí se referían a la Ley Audiovisual de Cataluña y a las funciones que esa ley atribuye al Consejo. Pero la literalidad del texto protesta la situación de tres de sus frecuencias radiofónicas en Cataluña. Una de esas tres licencias ya le había sido readjudicada y las otras dos están pendientes de una sentencia del Tribunal Supremo. Pero mucho me temo que lo que se pretende de fondo es crear presión sobre la posibilidad de que se cree un Consejo Audiovisual Español, que actualmente se están estudiando proyectos de ley al respecto. Y en el manifiesto, indudablemente, se aprecia una voluntad de influir sobre estos proyectos. España es el único país del conjunto de Europa donde no existe ningún organismo regulador de los medios audiovisuales. Aquí queda todo en manos del gobierno Central, y los ministerios son muy tímidos a la hora de soplarle a un medio.

 

Para terminar ¿Dónde están los límites y el futuro del Consejo?

Ahora mismo acaban de aumentar significativamente sus atribuciones. Estamos en pleno proceso de adjudicación de licencias de la televisión digital local en Cataluña. Dentro de un par de meses, cuando tengamos los concesionarios, será el momento de ver si un organismo como el nuestro rinde y se justifica su existencia o no. Pero es innegable que hay una mayor claridad y satisfacción. El método experental sigue siendo el mejor posible y podremos ver los resultados a corto plazo. Les emplazo a hacer una revisión una mayo y comparar cómo se ha desarrollado esta polémica de concesiones y licencias en Cataluña respecto a otras comunidades, donde salta la polémica que siempre existen intereses partidistas de medio.

 

Joan Botella i Corral (Barcelona,1951).                                                          

 

Consejero Adjunto a la Presidencia para Asuntos Internacionales de la Consejería Audiovisual de Cataluña (CAC). Presidente de la EPRA.

 

Catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Cataluña.

 

Decano de la facultad de Ciencias de la Información (1985). Decano de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología (19901992). Vocal de la Consejería Audiovisual de Cataluña desde su creación en 1997. Secretario General (19961998) y Vicerrector de la UAB (19881990).

 

Especialista en estudios de opinión pública, política comparada, comtamiento electoral y gobierno local, es autor o coautor de nueve libros, entre los que destacan El pensamiento político en sus textos (1994), El sistema electoral (1996), La ciudad demacrática (1999) y La política en España (2000).

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