No leerlos está fuera de lo políticamente correcto

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MADRID (14/02/06) Andrés Palma Irarrázaval (1955), actual director del Programa de Gerencia Social y Políticas Públicas de FLACSOChile, se desempeñó entre 2003 y 2004 como Ministro de Planificación y Cooperación. Palma habló con PrLatam del liderazgo femenino de la Presidenta electa Michelle Bachelet y de la concentración de medios en su país.

MADRID (14/02/06) Andrés Palma Irarrázaval (1955), actual director del Programa de Gerencia Social y Políticas Públicas de FLACSOChile, se desempeñó entre 2003 y 2004 como Ministro de Planificación y Cooperación, y estuvo a cargo del Programa Chile Solidario. Tras una conferencia sobre los desafíos económicos y sociales para el próxo gobierno de la Concertación que se celebró en la sede madrileña de Casa de América, el ex Ministro habló con PRLatam del liderazgo femenino de la Presidenta electa Michelle Bachelet y de la concentración de medios en su país.

 

Tras 16 años de gobierno de la Concertación, ¿ qué no se han llevado a cabo reformas que generen más equidad en el país?

Bueno, que se han llevado a cabo muchas reformas. Uno no puede hacer todo sultáneamente. El país ha alcanzado ya un nivel de seguridad, de tranquilidad, de orden. Por ejemplo, tener las cuentas macroeconómicas en orden, permite abordar la reforma provisional, que va a tener un pacto en lo macroeconómico. Ya habiendo hecho la reforma a la salud, la reforma educacional, la reforma judicial, lo que le queda a Michelle Bachelet es la reforma del sistema provisional. Hemos ido avanzando y eso nos permite hoy día abordar, ejemplo, los temas de calidad de la educación. Porque mientras no teníamos salas de clase, mientras no teníamos conectividad a Intet, mientras no teníamos a los estudiantes yendo a los establecientos educacionales, ¿qué sacábamos con hablar de la calidad si íbamos a hablar de una elite que tenía acceso a una educación de calidad, que la mayoría no tenía acceso siquiera a la educación. Hoy tenemos acceso a la educación y podemos hablar de todos esos problemas.

 

Si, como usted sostiene, no se puede responsabilizar a la dictadura de Pinochet ni lo bueno ni lo malo de estos últos 16 años, ¿ qué fue un tema recurrente en la campaña de Bachelet?

En la últa campaña fue muy poco, prácticamente nada. En realidad, la últa campaña fue bien paradojal, lo que ocurría era que el candidato de derecha, que pasó a la segunda vuelta, apelaba a un discurso concertacionista y a su posición en el plebiscito para legitar una posición. Eso hacía discutir la posición de él. Pero no era que nosotros estuviéramos discutiendo sobre lo que había pasado en la dictadura.

 

¿Era una respuesta, entonces?

Era la respuesta a la estrategia de una persona que se hacía ver como de la Concertación para intentar ganar votos de la Concertación  y yo creo que no le resultó que fuos activos en responderle.

 

La presencia femenina en la política chilena es baja, sobre todo en el Parlamento, ¿puede ser una moda que se aprovecha políticamente?

Ojalá, ojalá. Yo creo que es muy tante renovar con mayor presencia femenina todas las estructuras del Estado. Sin duda, el Senado es el enclave más duro. La Cámara de Diputados también. Yo creo que eso tiene que ver con los partidos políticos. Michelle Bachelet no era la candidata de la máquina del Partido Socialista. Ella se puso un apoyo ciudadano y los partidos discutieron enormemente que hubiera tantas mujeres para ocupar cargos de gabinete como varones. Y Michelle Bachelet ha demostrado que hay tantas mujeres para ocupar cargos de gabinete como varones, pero las estructuras de los partidos son todavía muy, muy machistas. Estoy hablando de los partidos de la Concertación, también los de la derecha. Y ahí es necesario un cambio muy significativo. Pero yo creo que ese cambio empezó, no quiero decir que ya está consolidado o que ya podamos decir hay igualdad en la política para los hombres y para las mujeres, no es así. Hubo un voto machista muy significativo. Michelle Bachelet, si bien ganó en hombres y en mujeres, sacó menos votos en hombres que Lagos y sacó más votos en mujeres que Lagos. Eso muestra un elemento de machismo que es muy predominante en nuestra cultura y está muy presente en los partidos también. Pero creo que el proceso que se ha iniciado va buen camino.

 

Y esa estructura machista de los partidos, ¿se puede volver en contra de Bachelet cuando cometa algún error durante su gobierno?

Sin duda, van a ser más críticos que lo que son con el Presidente Lagos. Lo fueron en la campaña. El Presidente Lagos puede cometer un chascarro, puede cometer un error y ‘es un error del Presidente’ (enfatiza). Pero en caso de Michelle Bachelet era ‘uy, ¿cómo irá a gobernar?’ (Vuelve a enfatizar). Pero Michelle Bachelet ha demostrado con la designación del gabinete que tiene capacidad y que tiene el liderazgo para armar un equipo de muy alto nivel.

 

¿Ha llegado el momento de que el gobierno de la Concertación tome cartas en la concentración de la propiedad de los medios?

Yo creo que es muy difícil tomar cartas que siempre se apela a la libertad de expresión. Lo único que se podría hacer es que la gente dejara de leer El Mercurio o dejara de leer La Tercera para leer La Nación o el Diario 7, pero ni siquiera los dirigentes políticos hacen eso, entonces es muy  difícil cambiar este peso cultural muy grande.

 

¿Incide en todo ello dejar esta actividad en manos del mercado?

No, que, ¿ qué la gente lee El Mercurio en Chile?

 

¿Puede ser que es lo que hay?

No, que hay otras alternativas. Está prohibido no leer El Mercurio que se está fuera de la conversación cultural. Cuando yo fui Ministro, suprí la suscripción a El Mercurio, a La Tercera y a La Segunda. Y me decían ‘pero tú estás loco, ¿cómo puedes ser Ministro y no leer esos diarios?’. Yo pude ser Ministro y no leer esos diarios, que se puede, pero no leerlos está fuera de lo que es políticamente correcto.

 

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