Gobernador confabulado contra periodista no dimite

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MÉXICO D.F. (20/02/06) El gobernador del estado mexicano de Puebla, Mario Marín, plicado en el complot para silenciar a la periodista Lydia Cacho que la prensa de ese país destapó la semana pasada, dijo que no renunciará y que las grabaciones en las que se daba cuenta de un plan para violar a la periodista en la cárcel son falsas.

 

En una rueda de prensa, dijo que “yo les contestaría (a mis críticos) que ya la época de los Reyes Magos ha pasado. Tendrán que esperarse a otro tiempo, que eso sería un ‘sueño guajiro’ (un posible) que quisieran (mi renuncia), pero no se les va a conceder”, dijo Marín en rueda de prensa.

 

En un discurso incendiario, pronunciado en un acto alusivo a las Jornadas Nacionales de Salud, el gobernador Marín advirtió desde su “Puebla revolucionaria” a las que definió como “fuerzas perversas”, que “no se equivoquen”, que no “provoquen” a sus campesinos ni a los poblanos, que el único que lo puede quitar del cargo es el pueblo que votó él en noviembre de 2005. Tras ello, un grupo de exaltados agredió a miembros de la prensa que se encontraban cubriendo el acto, sin que interviniera ningún miembro de la policía.

 

La periodista mexicana Lydia Cacho, acusada de difamar a un empresario mencionado en un libro sobre pederastia, se declaró “asombrada” al conocer una grabación que sugiere un complot para incrinarla injustamente y violarla. El diario La Jornada reveló la trama a través de la grabación de las conversaciones entre el empresario Nacif, el gobernador del estado de Puebla, Mario Marín, y otras personas.

 

Cacho, que fue recluida el pasado 17 de diciembre en la prisión de Puebla tras ser trasladada en un vehículo desde el balneario de Cancún declaró a agencias que ese día evitó que la violaran gracias a la ayuda de los enfermeros de la cárcel.

 

La autora del libro “Los demonios del Edén”, que documenta casos de abusos y corrupción de menores en Cancún, Cacho respondió a las declaraciones del gobernador de Puebla con una carta pública.

 

 

Condena de los hechos

 

La noticia generó una enérgica reacción en el gobierno mexicano que condenó “enérgicamente” los actos que desde cualquier autoridad apunten a coartar la libertad de expresión y de prensa.

 

Ante los acontecientos, Amnistía Internacional ha emitido una “acción urgente”, es decir un mensaje en el que pide a la opinión pública que exija a las autoridades mexicanas que garanticen la seguridad y los derechos de la Lydia Cacho a través de cartas dirigidas a los fiscales generales y del estado de Puebla, así como al Congreso de ese estado central. La solicitud se envió sus más de un millón de miembros en el mundo para que remitan sus misivas.

 

La asociación de derechos humanos aseguró que el cargo de difamación, que se puta en este caso a Lydia Cacho, es algunas veces utilizado para silenciar a quienes denuncian temas sensibles, lo cual viola los derechos y libertad de expresión.

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