Según Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clínica Universitaria de Navarra, el consumo de leche fermentada que contiene ciertos péptidos lácteos, reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Según Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clínica Universitaria de Navarra, el consumo de leche fermentada que contiene ciertos péptidos lácteos, reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.
En los últos años los estantes de los supermercados están repletos de los que se conocen como alentos funcionales: refrescos y leche con calcio y vitamina D que combaten la osteoosis, leche fermentada con bacterias activas que potencia las defensas, bebidas con un tipo de ácidos grasos que reducen el centaje de grasa coral, huevos y zumos con omega3 que previenen la salud cardiovascular o cereales con fibra que evitan el estreñiento.
Según el doctor Jesús Honorato, director del Servicio de Farmacología Clínica de la Clínica Universitaria de Navarra, en Pamplona, “un alento funcional es cualquier alento, o ingrediente de alentos, potencialmente saludable y que puede procionar beneficios para la salud que van más allá de los nutrientes tradicionales que contiene. Al hablar de funcional nos referos a que el alento tiene algún valor identificado que resulta beneficioso para la salud, incluida la reducción del riesgo de enfermedad”. La hipertensión arterial es otra de las múltiples enfermedades que puede verse beneficiada el consumo de estos productos. En este caso son los péptidos lácteos, “una proteína que se genera en la leche fermentada bajo ciertas condiciones y que han demostrado reducir las cifras de presión arterial”, añade Honorato.
Diversos estudios desarrollados tanto en modelos experentales como en humanos, han puesto de manifiesto que el consumo diario y a dosis normales de este tipo de leche fermentada consigue reducir entre 2 y 7 mmHg la presión arterial sistólica y entre 1 y 4 mmHg la diastólica. De este modo, “podemos hablar de una reducción de hasta un 15 ciento del riesgo cardiovascular gracias a el consumo de estos productos”. El qué de este descenso se explica gracias a la inhibición de la enza convertidora de la angiotensina que producen estos péptidos, que en cierto modo actúan como los fármacos de kla clase IECA. “Sin embargo, el efecto que producen estos medicamentos sobre la hipertensión es mucho más potente y el de la leche con péptidos lácteos más litado ”, añade el experto que participa como ponente en la 11ª Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión y la Liga Española para la Lucha de la Hipertensión Arterial.
Como tratamiento preventivo para pacientes prehipertensos (con cifras tensionales normalesaltas) y como terapia complementaria a las medidas higiénicodietéticas o farmacológicas, el consumo de la leche fermentada con péptidos lácteos ha demostrado una buena eficacia. Para el doctor Jesús Honorato, “el consumo de una alento enriquecido con péptidos lácteos activos, al tener una eficacia litada, no es un sustituto del tratamiento farmacológico pero puede contribuir a compensar un mayor número de pacientes“.
