Las danzas de la directora general en Maputo (Mozambique) no han sentado nada bien a los trabajadores de Televisión Española que están inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría dejar entre 3000 o 4500 trabajadores bailando, pero en este caso en las filas del INEM. Las asistentes se vieron obligadas la insistencia de la Vicepresidenta a hacer un ridículo que la Directora no se puede permitir con la que está cayendo.
Las danzas de la directora general en Maputo (Mozambique) no han sentado nada bien a los trabajadores de Televisión Española que están inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría dejar entre 3000 o 3500 trabajadores bailando, pero en este caso en las filas del INEM. Las asistentes se vieron obligadas la insistencia de la Vicepresidenta a hacer un ridículo que la Directora no se puede permitir con la que está cayendo.
Mañana se presenta el ERE y Caffarel volverá bailando a Prado del Rey para seguir montando lío en uno de los lugares con más corrupción de España (Fernando González Urbaneja). Es incomprensible como Carmen Caffarel que llegó para sacar brillo y esplendor a una televisión facha y caduca, dejo prero en la calle a un gran número de profesionales, entre los que se practicó una lpieza política, y más tarde procedió a trasladar el talante Caffarel avenidas y despachos de Prado del Rey.
Pero, lo que no pueden tolerar, los más de tres mil trabajadores de la Cadena, que se van a ver afectados el ERE, es que la directora general se marché a celebrar junto con sus amiguitas el Día de la Mujer Trabajadora a Maputo. Ahora, qué podrá decir Caffarel la solidaria del pañuelito (en la foto de El Mundo página 28, arriba a la derecha) a todas aquellas trabajadoras del Ente que tendrán que celebrar el próxo día ocho de marzo en el paro. ¿Se pondrá a bailar con ellas?
Mañana sabremos cuántos exactamente serán los expedientados. Padres de familia con cargas, hipotecas, hijos… El hecho de que uno de ellos tenga que abandonar la Cadena y Caffarel y sus bailes sigan allí instalados, será una muestra más de la debilidad de los trabajadores y sindicatos. Mientras no me toque a mí…