Cuando ocurren hechos como los que están aconteciendo estos días en la Ciudad de Marbella, uno no sabe si mirar para otro lado, o meter la nariz en la olla podrida en la que quieren convertir a esa Ciudad. Marbella es y ha sido ante todo uno de los buques insignias de la revolución turística en España. Los fastos y celebraciones se cuentan millares como las casas y mansiones de multillonarios que ayudaron con sus inversiones a crecer a la prera Ciudad del Sur de Europa. Así lo piensan y lo pensamos los cientos de enamorados de la luz de Marbella.
Y haciendo un pequeño análisis de estos últos años, nos vamos percatando de que cuando ocurre algo en alguna de las altas instancias, magistraturas o intereses del Estado, se desvía el foco de atención y se parte la agen de Marbella para que sea mostrada al mundo como antro de mafiosos. Los ejemplos los hay cientos. Cuando las cosas van mal en la Audiencia, se priocesa a Jesús Gil y palante… Nada se habla de los cientos de profesionales, de empresarios, de artistas y de pueblo raso y llano que vive y trabaja para hacer de Marbella una Ciudad para enamorarse.
Hablar de la situación y el manejo de los medios de comunicación en nuestra sociedad es como hablar de la Viagra en los conventos, y basta que alguno de los santones reciba una llamada y los focos cambian rápidamente para iluminar otro escenario. Lo que ha ocurrido y está ocurriendo en Marbella es gravíso. Por un lado la actual Alcaldesa no sabe donde salir, pero lo que es peor no sabe que hay que salir. Los políticos andaluces (PSOE y PP) aprovechan el desconcierto para decir que la culpa es del Plan de Ordenación Urbana, que cierto sigue sin aprobación. Los empresarios están asustados y los abogados y notarios acojonados. ¿Cómo se vería el que a la notaria o al notario de Tarrasa se le rodease en su casa, se le cerrase la salida y se le llevase esposado a presencia del juez? Sería la revolución. Nada que añadir si se tratase de hablar de los cientos de miles de millones que han robado en Marbella los malvados constructores y empresarios que en otros lares se han visto obligados la Generalitat de Cataluña a pagar mordidas y comisiones, esto no es mafia, no es un desliz.
En estos momentos en la España de pandereta en la que estamos viviendo, los partidos políticos siguen buscando dónde trincar para sobrevivir y no aprobar la necesaria ley de partidos. No es mafia lo que ha habido en el incendio del Windsor, no es mafia lo que ha ocurrido en la aprobación de la recalificación de los terrenos del Real Madrid, no es mafia lo que hace el PNV amenazando a libertad de los españoles escondiendo en sus faldas a los chicos de la gasolina. No es mafia que… Pero sólo se habla de Marbella.
El Escándalo del Carmelo, el Escándalo del asesoramiento del Presidente del Tribunal Constitucional de Andorra, señor Herrero y Rodríguez de Miñón a Ibarreche para la puesta en marcha de su Plan, el Escándalo de la llegada del Rey de Marruecos después de conocer lo que ha ocurrido en el 11M y como se organizó, el Escándalo de que el Rey de España tenga que recibir al carcelero de Cuba… Hay otros cien mil, pero los intereses han hecho que el foco ilumine Marbella.
Desde este espacio, anar a los ciudadanos y a los empresarios marbellíes, y a la Alcaldesa un consejo: En PRNoticias puede encontrar un gran número de las preras empresas de comunicación españolas, especialistas en comunicación de crisis y a las que debería consultar antes de salir a hacer declaraciones que a los cinco minutos cambian como cambia su credibilidad.
Pedro Aparicio
