La Asamblea de Antena 3 ha confirmado las dos jornadas de huelgas del 29 y 30 de marzo. La plantilla del canal privado protestará en la Junta de Accionistas que se realizará prero en las dependencias del Grupo Antena 3 en San Sebastián de los Reyes y al día siguiente frente a la sede de Planeta. En estos momentos se están ultando los equipos de servicios mínos para que el canal siga funcionando. La plantilla protesta los escasos avances en la negociación del Convenio Colectivo, lo que mantiene congelados sus salarios desde 2004. El conflicto de fondo es el modelo de remuneraciones.
Mientras la empresa propone ligar los salarios de algunos trabajadores a productividad, los sindicatos no renuncian a los reajustes fijos. Las movilizaciones coincidirán con la celebración de la Junta General de Accionistas. Según ha comentado el Comité Intercentros de Antena 3, el objetivo de la huelga es expresar a la ciudadanía el malestar de los trabajadores y pedir explicaciones a la Junta qué, con unos ingresos netos en 2005 de 857 millones de euros, la dirección de Antena 3 TV mantiene congelados sus salarios desde 2004 y paralizada la negociación de su convenio iniciada hace más de quince meses, según señalan.
Los sindicatos indican que durante este período los cuales “la representación de los trabajadores ha llevado a la mesa ocho propuestas que han sido rechazadas aun cuando suponían para la empresa un gasto menor que el desembolsado en forma de gratificaciones”. La empresa repartió en enero el 1% de sus beneficios en forma de gratificación. Estas gratificaciones que no incluyeron a los directivos se dividieron en tres tramos (lo que significó que el 60% de la plantilla recibió un cheque de 2.000 euros brutos, el 20% 3.000 euros y el resto, 1.000 euros brutos) y afectó a unos 1200 empleados, incluyendo a los trabajadores con contratos obra.
Los trabajadores protestan que estos dineros se repartiesen sin un criterio definido. En la empresa se ha señalado que la distribución se ha realizado según el ate de cada empleado a la empresa. En el centro del debate está precisamente el modelo de remuneración. La empresa apuesta una remuneración variable, mientras que los trabajadores quieren seguir teniendo pagas fijas y aumentos de salarios establecidos en el Convenio Colectivo. Para los sindicatos este planteamiento, “esconde la voluntad empresarial de modificar las relaciones laborales hasta tal punto que quedara anulado el Convenio Colectivo y fuera sustituido en la práctica pactos individuales”.
La últa propuesta de la empresa entregada en noviembre establece según la Dirección una mejora en las condiciones anteriores. De esta manera, establece una referencia del IPC real a la hora de marcar la subida salarial, discrinar positivamente los salarios más bajos y un plan de subidas mayores al IPC ligados a productividad en 150 puestos de trabajo.
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