No ta cómo ni cuándo el asiento 10B estaba libre. Tan amplio como mis deseos de hablar de lo mío: la publicidad. El cielo me regalaba 3 horas 40 minutos para pautar mis ideas, teorías y demás pensamientos publicitarios.
Entonces, como cabeza de tanda, apareció un conocido publicista sobre el pasillo del AIRBUS 320. Se sentó a mi lado.
Imagino que ambos pensamos lo mismo, así que en lo que dura un anuncio ya estábamos charlando de lo que más nos gusta. Repasamos lo de siempre, y como siempre, confirmamos lo que ya sabíamos e intercambiamos lo que faltaba.
Hicos escala sobre un tema crucial en nuestros días, en nuestras vidas y sobre todo en nuestros trabajos: “El tiempo”. No el cla, que era soleado.
El tiempo que nos falta a todos para todo. En especial para hacer las cosas como es debido en las empresas. La dichosa cultura de lo “urgente vs lo tante”. La misma que ha hecho que grandes compañías cometan grandes errores o lo que es lo mismo, que grandes marcas hayan dejado de serlo.
Días después, el interés de mi colega este enfoque del “tiempo” me anó a escribir estas líneas, así que comparto con él los agradecientos si los hubiera y con vosotros el concepto si ayuda en algo.
El MK maneja 5 variables fundamentales: producto, distribución, ventas, precio y comunicación, hasta aquí nada nuevo, pero …¿qué pasa con el tiempo?
¿Podemos bajar los precios? Depende.
¿Podemos llegar a más puntos de venta? Depende.
¿Podemos potenciar el equipo de ventas? Depende.
¿Podemos mejorar el producto? Depende.
Ya saben ustedes de qué cosas dependen.
Y el tiempo. ¿De qué depende? De nosotros.
Entendido como una variable más, el tiempo se convierte, no sólo en la más tante, sino en la única que de verdad podemos manejar a nuestro antojo.
Sólo el tiempo puede ser manejado a nuestro gusto, de acuerdo a nuestros objetivos y necesidades (al menos la mayoría de las veces). Entonces… ¿ qué lo ponemos constantemente en nuestra contra?
A mi entender, la dirección de las empresas continúa en manos de los números y los números no piensan. Los números se alentan del día a día, de la visión a corto plazo, de las cifras de ventas y lo que es peor, son ególatras; exigen a todo y a todos que giren en torno a ellos, (que favor nadie se sienta un número). Resultado: NOS FALTA TIEMPO Y NOS SOBRAN CIFRAS.
Pero ¿para qué necesitamos tiempo?
PARA PENSAR
Ricardo Pau
Director Estratégico y Creativo de Revolution
