La turbia neblina que rodea la crisis de la gripe aviar empieza a disiparse. La Asociación para la Promoción de la Asistencia Farmacéutica (APROAFA) organizó la pasada semana en Bruselas unas jornadas sobre periodismo y salud en la Unión Europea, en las que se habló alto y claro sobre todo lo relacionado con el temido virus H5N1.
La turbia neblina que rodea la crisis de la gripe aviar empieza a disiparse. La Asociación para la Promoción de la Asistencia Farmacéutica (APROAFA) organizó la pasada semana en Bruselas unas jornadas sobre periodismo y salud en la Unión Europea, en las que se habló alto y claro sobre todo lo relacionado con el temido virus H5N1.
Margaritis Schinas, jefe del gabinete del Comisario de Salud de la UE, comenzó aclarando conceptos. “Existe una confusión entre la enfermedad anal y la humana. Esto es tante aclararlo que hasta ahora sólo se puede hablar de enfermedad anal” afirmó.
Schinas explicó que la situación de pandemia, tan temida todos, sólo se daría en caso de que la enfermedad anal mutara a una enfermedad humana. En este caso la gripe aviar se podría transmitir de unas personas a otras de forma muy rápida. Sin embargo se muestra optista con la capacidad de respuesta de los estados miembros puesto que “todos están capacitados para afrontar una situación de pandemia”.
En cuanto a la vacuna, aclaró que sólo es posible desarrollarla una vez que el virus de la gripe aviar mute a una enfermedad humana. En tal caso, Schinas confía en que la obtención de la misma se de en un periodo de tres a cinco meses desde su mutación. “No se puede hacer la vacuna si no tenemos la mutación. La gente que está ahora afectada ha sido contagiada un ave al estar en continuo contacto con ella, y nunca una persona” agregó.
También se habló de cómo se debería informar a la sociedad en caso de que la situación empeorase. “Tenemos un plan comunitario de preparación para comunicar la situación en caso de crisis desde la Comisión”, asegura Schinas. Sin embargo, considera que en este terreno hay que andarse con mucho cuidado para no repetir los errores que se cometieron con el mal de las vacas locas y el SARS, ya que “la sociedad no nos lo perdonaría”. El jefe de gabinete del Comisario de Salud recordó como, hace pocos años, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) causó sensación de pandemia cuando en realidad la enfermedad se saldó con 300 afectados y 8 muertes.
A la cola en la investigación
En estas Jornadas sobre periodismo sanitario se trataron también muchos otros temas, como es el de la falta de investigación en la Unión Europea. Octavi Quintana, director de investigación en Salud de la UE, cree para estar a la altura de EEUU y Japón harían falta 700.000 investigadores más. Para esto es prescindible que los países miembros dediquen mas presupuesto de su PIB al I+D. “El 3% del PIB es un reto muy grande”, afirma.
El problema, según Quintana, no es político sino social. Considera que los científicos deberían comunicarse con la sociedad “como una tarea más”. También propone crear una carrera atractiva para la investigación, con bastantes salidas. “Hay que hacer que la figura del investigador tenga prestigio” concluyó.
