Aplaudos lo que están haciendo (aunque no todo, claro está) Don Alberto, el señor alcalde, y Doña Esperanza, la señora Presidenta. La nueva M30, los nuevos túneles, la destrucción de las chabolas periféricas, los proyectos faraónicos de cara al futuro, las nuevas radiales de circunvalación, las modernísas terminales de autobuses, la prolongación sin límites del Metro, la Terminal de Barajas y etc., etc., etc. (que estos dos no paran)
Sin embargo, hay algo en lo que los dos están fallando, y ese es el gran desafío que tienen ante sí. LA SEGURIDAD CIUDADANA. ¿De qué sirve tener mejores carreteras, mejores túneles, mejores calles, más viviendas, más hospitales, más jardines, tráfico más ordenado, listas de espera controladas y tantas cosas más… sí los madrileños cada día se sienten más inseguros, sí cada día hay más atracos y más asaltos a viviendas y más navajazos nocturnos?
Miren ustedes, señor alcalde y señora presidenta, para cuidar que se cumpla el SER han aparecido miles de empleados y en mi distrito, ejemplo, no aparece un policía ni encargo. Las noches se están volviendo cada vez más peligrosas y aquellos “policías de barrio” que ustedes prometieron brillan su ausencia. O sea, que si dejas el coche mal aparcado, aparecen diez uniformados para multarte, pero si te atracan dos drogatas con la navaja en la espalda ¡no hay un policía en mil kilómetros a la redonda! Esta es la pura verdad. Su desafío.
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