Aprovechando el “relajo” del tráfico de Madrid (¡Dios, aquí se va hasta el lucero del alma en cuanto llega un puente!) me he dedicado a recorrer los túneles del alcalde Gallardón recién inaugurados. El de O´Donnel y el de la M30 que se abre a la carretera de Valencia. Y díganos lo que digamos ambos son una obra de arte y un remedio para el tráfico posible de este gran disparate que ya es la capital de España.
Pero, mis vivencias personales se han llevado a otra época y a otro mundo. El año 1964, mi últo curso en la Escuela Oficial de Periodismo, me pasé en una pensión de la calle Doctor Esquerdo y la dueña (la “jefa) iba dos veces semana a las huertas de la calle Sirio a la compra de verduras que se consumían. Un día me fui con ella a la compra y lo que vi, ciertamente, era un vergel. Huertas llenas de matas de tomates, pepinos, judías verdes, patatas, pientos, cebollas y luego melones y sandías, y etc.
Bueno, pues aquellas huertas hoy son ocho torres de 15 pisos, que lindan con la M30 y un puente nuevo que entonces no existía, el que une al barrio de la Estrella con Moratalaz. Así ha cambiado y está cambiando Madrid.
Históricos:
¡Tenía que ser madrileño y además de VALLECAS!
El Valle del Jarama sigue presente
Atocha fue siempre la puerta de Andalucía
