La Ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha solicitado la ayuda de los empresarios y creadores de moda para buscar soluciones al grave problema de los trastornos alentarios. Los fabricantes y diseñadores se han comprometido con el gobierno para unificar las tallas y elaborarán también un informe para evaluar la influencia del tallaje en los trastornos como la anorexia o la bulia.
La Ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha solicitado la ayuda de los empresarios y creadores de moda para buscar soluciones al grave problema de los trastornos alentarios. Los fabricantes y diseñadores se han comprometido con el gobierno para unificar las tallas y elaborarán también un informe para evaluar la influencia del tallaje en los trastornos como la anorexia o la bulia.
El paso dado la Ministra de Sanidad viene de atrás, de mediados de febrero, cuando Salgado apeló a la responsabilidad de los modistos y de los organizadores de las pasarelas para evitar que desfilen modelos con tallas debajo de la 38, según las recomendaciones que realizó el Senado en el año 1999.
El complicado problema del tallaje afecta en prer lugar al consumidor. No hay un criterio único para todos los fabricantes. Cada cual decide cómo serán sus tallas. Un laberinto para los clientes.
Por otro lado y en torno a las tallas existe otro problema de índole médico. En seis años se atendieron en nuestro país más de 14.400 episodios de anorexia o bulia en los hospitales públicos. Los especialistas aseguran que ágenes como estas o no encontrar la ropa deseada en la propia talla son factores que pueden afectar psicológicamente.
En Andalucía la Junta recomendó a los comerciantes que no colocaran en sus escaparates prendas de la talla 34. A los consumidores les ha gustado la medida. El Senado, después de una ponencia en la que contó con expertos en la materia, realizó en 1999 una serie de recomendaciones. Entre ellas que las modelos de las pasarelas no estuvieran debajo de la 38. Las ágenes pertenecientes a la últa edición de la Pasarela Cibeles, donde se hizo caso omiso a esta recomendación, han provocado la reacción del Ministerio de Sanidad.
Asismo, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) ha solicitado al Ministerio de Sanidad y Consumo la elaboración de una norma que ‘acabe con la manipulación en las tallas de vestir que se produce parte de determinados comercios y marcas’, según un comunicado emitido hoy la entidad en el que, además, se advierte a la ministra Elena Salgado que la problemática ‘no puede quedar librada a la autorregulación del sector’.
En esta ocasión, la federación reiteró su preocupación la falta de una legislación que evite la heterogeneidad de tallas ‘llegando al extremo de que puedan llegar a encontrarse en el mercado dos prendas de la misma marca, modelo y talla cuyas densiones reales sean distintas, fruto de la dejadez de los fabricantes en los necesarios protocolos de control durante su elaboración’.
A raíz del creciento de los enfermos de bulia y anorexia y del culto al cuerpo delgado, FACUA considera fundamental la intervención del Ministerio para la regulación de los talles de las prendas de vestir de manera de pedir que los comercios o marcas ‘capten clientes utilizando tallas como la 34 y 36 cuyas medidas se ajustan en realidad a otras superiores’.
Asismo aclaró que no pretende ‘en ningún caso la retirada del mercado de tallas pequeñas, ya que hay numerosos consumidores cuyas densiones se ajustan a una talla 34 sin que ello plique que padezcan enfermedades fruto de trastornos alentarios” y valoró positivamente el pedido que Salgado hizo a empresarios del sector para que adopten “medidas autorregulatorias que acaben con los mensajes publicitarios que presentan cánones de belleza basados en la extrema delgadez’.