El Partido Popular ha venido denunciando estas últas semanas la excesiva potencia de las emisiones de la televisión autonómica gallega TVG, lo que se interponía con la señal de TVE en la comarca occidental de Asturias. El ministerio de Industria ha salido al paso y ha señalado que resulta ‘inevitable’ que esta frecuencia roce la geografía del Principado, lo que no se está contraviniendo ninguna ley. El tema no es nuevo, ya que es tradicional que las comunidades autónomas vecinas compartan sus señales.
El Partido Popular ha venido denunciando estas últas semanas la excesiva potencia de las emisiones de la televisión autonómica gallega TVG, lo que se interponía con la señal de TVE en la comarca occidental de Asturias. El ministerio de Industria ha salido al paso y ha señalado que resulta “inevitable” que esta frecuencia roce la geografía del Principado, lo que no se está contraviniendo ninguna ley. El tema no es nuevo, ya que es tradicional que las comunidades autónomas vecinas compartan sus señales, lo que esta respuesta podría servir de precedente.
La denuncia del Partido Popular, a través de dos preguntas formuladas la diputada asturiana Alicia Castro en el Congreso, se centra no sólo en la elevada potencia con que la televisión de Galicia emitiría en el occidente de Asturias, sino también en los problemas para recibir en esas mismas zonas la señal de TVE. Castro instaba al Ejecutivo a presentar un informe sobre las “emisiones ilegales” del ente autonómico de comunicación, una acusación que Industria, a través de la pertinente respuesta parlamentaria, rechaza ahora de forma tajante.
En el caso concreto de las señales de televisión, precisa Industria en su argumentación, “es necesario hacer constar que el espectro radioeléctrico no conoce fronteras o límites provinciales”. Así las cosas, y a la hora de realizar una correcta planificación “que redunde en una mejor prestación de los servicios televisivos”, el ministerio considera “inevitables” los “lógicos desbordamientos” que se puedan producir en las emisiones procedentes de distintas provincias o comunidades autónomas.
Históricamente las señales autonómicas han traspasados las fronteras de sus Comunidades. Desde sus comienzos TV3 de Cataluña ha podio ser vista en Baleares. Es más, antes de la llegada de IB3 hace algunos meses, la señala catalana era vista en las islas como TV autonómica propia. También es habitual que Telemadrid pueda ser vista en Castilla la Mancha y Castilla León, sin que esto signifique una intromisión de la cadena madrileña en otros espectros radioeléctricos. Silar situación ocurre con ETB que puede ser vista en Navarra.
El problema ha surgido cuando estas señales perjudican a otras emisiones, como es el caso denunciado el Partido Popular gallego, algo que de ser cierto en otras regiones del país, obligaría a un ajustes y a una eventual redistribución del espectro. Algo bastante probable lo demás, ya que todos los canales y autoridades reguladores, esperan el fin de las emisiones analógicas para dar el vamos a la era de la Televisión Digital Terrestre (TDT)
En el caso de Galicia, Industria deja las cosas meridianamente claras, ya que indican que más allá de los citados “desbordamientos”, Industria “no tiene conociento” de emisiones ilegales de ninguna clase parte de la televisión autonómica de Galicia. Así lo demuestran los controles “permanentes” que lleva a cabo el ministerio de todas las emisiones que pliquen el uso del dominio público radioeléctrico, entre ellas las que corresponden a los servicios de televisión.
Lo que tal no se ha previsto en industria y en el resto de las teles regionales, es el reparto de las nuevas cadenas autonómicas como Murcia, Asturias, Aragón o Baleares, cuyas señales podrían verse perjudicadas autonómicas vecinas, De momento, no se han recibido quejas al respecto, aunque también es verdad que la mayoría no han iniciado sus emisiones regulares.
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