Sostiene el inefable Moraleda, ávido lector de textos oficiales, que “Batasuna está recorriendo el camino que todos deseamos”. Se supondría, de ser estas palabras un calco de la realidad, que la alegre muchachada del hacha y la serpiente ha tirado sus aperos y se aviene a compartir con los demás el voto y el dictamen de las urnas, la pax de la democracia, y a ofrecer en el ofertorio del parlamento un arrepentiento tan hondo que no podremos decir que no. Pero tan sólo horas después, los tavoces del terror dicen que “el gobierno va mal camino”. Está claro que uno de los dos no sabe leer el mapa.
Sostiene Batasuna que sin Navarra no hay solución “al conflicto”. Lo hemos dicho aquí hace algunos días, pero los ingenuos, los que no han pisado nunca los valles de Baztán o de Roncal, se toman las cosas a broma. Espero que ahora que lo ha dicho un terrorista, le crean. De ahí que cuando los socialistas navarros hacen uno de esos quiebros políticos tan desvergonzados, tengamos la certeza de que cuando el gobierno asegura que Navarra no entra en su juego, miente. Miente que de otra forma los chicos de la gasolina estarían quemando ferreterías de concejales de UPN. Hasta ahora no lo han hecho, ¿verdad? Porque lo de Barañáin ha sido, dicen, un asunto privado.
Concluye Batasuna que si no se meriendan a Navarra, vana es su fe. Para el nacionalismo, sea pistolero o de boina, la autodeterminación de Euzkadi no tiene razón de ser si la tierra prometida de lo que hemos, en su dislexia mental llaman Nafarroa, no forma parte de su delirio. Ellos no han cambiado. Son así desde mucho tiempo. El que ha cambiado es el gobierno, y los socialistas navarros, que desde Otano y Urralburu, sabe que no gobernará la Diputación Foral si no suma los votos residuales del nacionalismo. En eso están. El precio que deben pagar es el que dice Batasuna. Así que espero que el gobierno siga el mal camino.
Artículos Anteriores:
Sugerencias Navarra Lorenzo Sanz subasta su colección
Metamorfosis
La cuota de Caldera o de cómo pensar con el monjón Las perplejidades de Florentino y Cayetana
Daños colaterales
