‘Yo nunca he sabido hacer otra cosa que trabajar y todavía hoy, cuando podría vivir sin hacerlo, si no trabajo me muero’. Y es que Francisco Hernando es un hombre acostumbrado al trabajo duro, a sobrevivir.
“Yo nunca he sabido hacer otra cosa que trabajar y todavía hoy, cuando podría vivir sin hacerlo, si no trabajo me muero” Y es que Francisco Hernando es un hombre acostumbrado al trabajo duro, a sobrevivir. Cuando no se tiene nada y se vive en la miseria, el instinto de supervivencia se agudiza, y aunque ya no tendría que preocuparse en lo que le queda de vida, es una de las grandes fortunas de España, Francisco Hernando ha crecido trabajando, y esa costumbre no se puede abandonar tan fácilmente. Hernando de niño en los años del hambre
“Mí la vida me ha demostrado que donde hay trabajo y esfuerzo nunca habrá hambre ni miseria. Y esto es lo que recuerdo cada día a mis propios hijos”. Porque la juventud de Hernando quedó precisamente marcada el hambre. Recordando su niñez, en su biografía cuenta “Yo dormía en un colchón de paja sobre el suelo, con dos de mis hermanos y cada mañana, al despertarme, lo prero que veía era un ratoncito de color casi negro y ojos brillantes que me miraba fijamente… ¡Fue mi prer amigo!
Francisco Hernando frente a la casa que le vio nacer
Además de este pequeño intruso, Hernando solía observar cada atardecer a las palomas que se posaban en la tapia del patio… “Desde entonces” confiesa “me gustan los pájaros y todo lo que vuela”. Tal es así que, muchos años han pasado desde que aquel niño observaba a las aves en el cielo de Madrid. Sin embargo, su pasión “todo lo que vuela” queda hoy reflejada en la compañía de aviones que el constructor tiene, uno de cuyos jets privados sirvió para trasladar a Rocío Jurado desde Houston. Lejos queda, pues, aquel “chiquillo” que se despertaba cada mañana con la inesperada visita de un roedor de color negro…
Histórico:
(1) Un hombre que si no trabaja se muere
