‘¡Yo nunca fui a una escuela o a un colegio!… En aquella situación de pobreza y miseria, de hambre física, sólo quedaba tiempo para sobrevivir’. Hoy, a sus casi 60 años, Francisco Hernando puede presumir de ser uno de aquellos ‘privilegiados’ que han visto publicada su biografía, a pesar de que aprendió a escribir a base de firmar contratos, papeles e hipotecas.
“¡Yo nunca fui a una escuela o a un colegio!… En aquella situación de pobreza y miseria, de hambre física, sólo quedaba tiempo para sobrevivir”. Hoy, a sus casi 60 años Francisco Hernando puede presumir de ser uno de aquellos “privilegiados” que han visto publicada su biografía, a pesar de que aprendió a escribir a base de firmar contratos, papeles e hipotecas.
Desde bien pequeño, tenía clara su vocación “¡Yo seré constructor de casas! repetí yo como muy convencido no me gusta que la gente viva a la intemperie, no me gusta que la gente viva tirada en las calles… Yo haré casas para que todo el mundo viva bajo techo”. Claro, que la visión de un niño dista mucho de la de un adulto, que nadie viva en la calle siempre y cuando tengan dinero para pagar uno de los pisos que construye Hernando.
Y es que no se llega a ser una de las mayores fortunas de España regalando viviendas ahí. Desde aquí no lo criticamos, es muy respetable y lógico recibir dinero a cambio de un trabajo bien hecho y a base de sacrificio.
Precisamente, a los nueve años nuestro protagonista ya se hizo empresarios. Cuando se trasladaron de Tetuán a Vallecas (ya lo he contado en otra ocasión) uno de los principales problemas era el agua “o mejor, la escasez total de agua”. Entonces se buscó una boca de riego y se dedicó a llenar cántaros y a llevarlos a las mujeres a cambio de una propina. Tan bien fue el negocio que fabricó un carro para poder cargar más cubos e, incluso, ¡compró un burro que tirara de él!
Parece ser que desde bien joven el problema de Hernando ha sido la escasez de agua. Precisamente, este es uno de los problemas a los que se enfrenta en la construcción de las 15.000 viviendas que está levantando Onde 2000 en el municipio Toledano de Seseña. Pero como en todo lo que ha hecho el pocero en su vida, acabará resolviendo el problema.
Histórico:
(1) Un hombre que si no trabaja se muere
(2) Su prer amigo fue un ratón negro
(3) De casta le viene al galgo, de padre pocero, hijo pocero
(4) Hernando, de niño tenía que rebuscar en la basura