La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se mostró ayer contundente en cuanto al proceso de negociación que el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha emprendido con la banda terrorista Eta. En este sentido, la presidenta exigió que Navarra no sea moneda de cambio…
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se mostró ayer contundente en cuanto al proceso de negociación que el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha emprendido con la banda terrorista Eta. En este sentido, la presidenta exigió que Navarra no sea moneda de cambio, menos aún cuando los terroristas “están muy lejos” de querer cumplir con el cese inmediato de toda violencia y extorsión.
Del terrorismo y de otros muchos temas habló en la conferencia que pronunció en Pamplona sobre el papel de Madrid en la España del siglo XXI, organizada el Instituto Futuro donde, con las estadísticas en la mano demostró el empuje económico y social que supone la Comunidad de Madrid en el resto del país e hizo un exhaustivo repaso de la situación política española.
En cuanto al problema terrorista y a la delicada situación de Navarra en las negociaciones, Aguirre aseguró que la Comunidad Foral se encuentra en estos momentos ante una de las encrucijadas más trascendentales de su historia y exigió al Gobierno de Zapatero que se pronuncie en contra de las pretensiones de los terroristas de anexionar Navarra al País Vasco, cuando dicen eso de que no habrá “un proceso” sin Navarra.
Además exigió a Zapatero que explique qué el líder de un partido ilegalizado como batasuna, refiriéndose a Arnaldo Otegui, se pasea punemente la Comunidad Foral promoviendo mesas de partidos “cuando los navarros y los españoles ya tienen sus representantes en el Congreso, en el Senado y el Parlamento Foral”.
“Lo que muchos españoles le piden a Zapatero es que demuestre, al menos, la misma tolerancia, la misma capacidad y voluntad de dialogar y de llegar a acuerdos con el principal partido de la oposición que la que demuestra con los promotores de esas mesas de partidos”, concluyó.
En cuanto a las reformas estatutarias, Aguirre defendió el actual modelo constitucional, del que dijo no ser inalterable siempre y cuando se modifique “si así lo quieren los españoles” y no a través de cambios estatutarios que traerán “consecuencias demoledoras” para la libertad, la prosperidad y el bienestar de todos los españoles.
Además calificó de “error mayúsculo” que el Gobierno y sus socios nacionalistas pretendan, la vía de las reformas estatutarias, cambiar la Constitución. “Un cambio—recalcó—cuyas consecuencias, quizás perceptibles a corto plazo, serán demoledoras a medio y largo plazo para la libertad, la prosperidad y el bienestar de todos los españoles”.
