Ayer, en la entrega de los 67 premios APM, un gran número de afectados la presunta estafa de FórumAFINSA, se dieron cita a las puertas de la sede de la Comunidad de Madrid en Puerta del Sol. Curiosamente, y además de las pancartas en las que se hacían alusiones a la política de Zapatero, aparecían otras, más tímidas, pero no menos visibles, contra la no intervención del Gobierno de Madrid en este amargo asunto.
Ayer, en la entrega de los 67 premios APM, un gran número de afectados la presunta estafa de FórumAFINSA, se dieron cita a las puertas de la sede de la Comunidad de Madrid en Puerta del Sol. Curiosamente, y además de las pancartas en las que se hacían alusiones a la política de Zapatero, aparecían otras, más tímidas, pero no menos visibles, contra la no intervención del Gobierno de Madrid en este amargo asunto.
El bochorno invadió a todos cuantos se dieron cita en la 67 entrega de los premios APM. Un nutrido número de afectados insultaban, increpaban y pedían que se les devolviese el dinero. Curiosamente, entre los allí convocados se encontraban un grupo, de los conocidos como opinadores de bar, agitadores de información y tomadores de pulso, conocidos sus incursiones en la zona sur de la Comunidad.
Al sentirse descubiertos, comenzaron a gritar más fuerte, les habíamos desenmascarado y les recordábamos su paso otros acontecientos, necesitados de agitación y pancarteo. A ellos nadie les ha quitado nada, pero se trataba de dar la vuelta a la situación.
Los invitados la APM, se dieron cita en la Puerta del Sol, 7 para, junto a los Príncipes de Asturias, celebrar un día grande para el periodismo y rendir homenaje a nuestros compañeros premiados. Los maniobreros se equivocaron, en vez de llevar a los manifestantes a La Moncloa, lo hicieron a la Comunidad de Madrid.
Existen muchas formas de comunicar. Entre los partidos políticos existen este tipo de personajes que cobran, no se sabe muy bien de dónde, pero que son capaces de gritar a los Príncipes, a la APM, y a sus invitados, dirigiendo mensajes que al final no conducen nada más que al desáno de los afectados.
De los que estaban allí chillando, muy pocos sabían contra quién lo hacían, al final ciudadanos como ellos, que nada han tenido que ver en este turbio asunto, que lo que nos cuentan, puede ser el prero de un nuevo calvario para el sistema financiero. Recordar que es la confianza la que está en juego.
La suspensión y lupa sobre AFINSA se proyecta sobre todos los sectores económicos. Hoy algunos bancos, y empresas de intangibles, están teniendo que invertir, a destiempo, en para la sangría que ya ha comenzado.
Seguiremos Informando…
