Después del millón de los catalanes, el segundo gran desafío de la vida de Francisco Hernando llegó en Alcalá de Henares “fue algo tremendo, quizás la obras más difícil a la que me he enfrentado en mi vida profesional”
La calle Mayor del municipio se estaba hundiendo como consecuencia de las fugas que se estaban produciendo del colector general y se estaban minando las centaciones de los edificios, que ya estaban llenos de grietas… “Por tanto meterse en el colector y remover la obra tenía riesgo, riesgo real, de que se hundieran totalmente algunos edificios”.
Muchas grandes empresas no quisieron arriesgarse, Agromán y Dragados habían rechazado el proyecto. “En esa encrucijada alguien experto y conocedor del mundo de la pocería le hizo saber al alcalde que el único que podía hacer esa obra era Paco Hernando”. Por eso el alcalde se puso en contacto con nuestro protagonista aunque tuvo sus dudas al verle sin técnicos y sin casi nada.
Pero como Hernando es un hombre muy listo, antes de ponerse manos a la obra se fue hasta Alcalá de Henares con un notario y varios fotógrafos para que quedara constancia de los desperfectos para evitar “sorpresas posteriores”.
“Total: que me adjudicaron la obra, que hicos el colector, que se recalzaron los edificios, que metos todos los servicios en la calle y lo asfaltamos con granito de “forreño”… ¡y todo sin que se moviera ningún edificio”
El colector y lo que allí se hizo fue calificado como obra de la UNESCO… el gran orgullo del pocero.
