Madrid parecía el desierto del Sáhara el miércoles 14 de junio a las tres de la tarde. ¿Y saben qué? Porque jugaba la selección española en el Mundial y eso, lo que se ve, ta a los españoles más que todas las declaraciones políticas y todos los referéndum del mundo. Y si enca España gana goleada es la repera. En mi barrio se tiraron más cohetes que en la Nochebuena o la Nochevieja y los goles (¡4 goles 4!) se cantaban desde las terrazas a gritos, como si cada vecino fuese un Matías Prats y no hubiese televisión.
Fútbol, toros y gambas… ¡ah, y puentes! O sea, que esto no cambia y que ciertamente España es diferente. Y me lo confirmaba el dueño del bar la noche: “hoy he vendido más raciones de gambas y de pulpo que en todo lo que va de año, así que como la selección siga o llegue a la final me hago rico”.
Sin embargo, uno de los tertulianos dijo al finalizar el partido algo para meditar: sí, sí, perfecto, cojonudo, una victoria aplastante… pero no olvidéis que los españoles sabemos hacer el 2 de Mayo y no el 3, el 4 y el 5… y tampoco debéis olvidar que el rabo de toro es toro. Y es que la victoria tiene muchos amigos y las derrotas son huérfanas. La Reina Victoria regresó de un viaje a Londres en abril el 31 en olor de multitudes (la llevaron a Palacio casi a hombros y entre aplausos) y diez días más tarde los mismos proclamaron la República y la pobre mujer tuvo que salir pies y a escondidas. Que no se repita la historia.
Históricos:
Le pusieron de nombre Isidro San Isidro de Sevilla
… De cuando la región de Madrid era un gran bosque de madroños
¡Tenía que ser madrileño y además de VALLECAS!
El Valle del Jarama sigue presente
Atocha fue siempre la puerta de Andalucía
