España ocupa el tercer lugar en Europa en número de obesos y también es uno de los que cuenta con tasas más elevadas de obesidad mórbida. Para tratar esta últa patología muchas veces se tiene que recurrir a la cirugía debido a las complicaciones que plica (cardiovasculares, metabólicas, psicológicas, sociales y familiares).
España ocupa el tercer lugar en Europa en número de obesos y también es uno de los que cuenta con tasas más elevadas de obesidad mórbida. Para tratar esta últa patología muchas veces se tiene que recurrir a la cirugía debido a las complicaciones que plica (cardiovasculares, metabólicas, psicológicas, sociales y familiares).
Se suele recurrir a la cirugía en casos de pacientes jóvenes, con una elevada tasa de éxito, ya que se logra reducir más de un 50% del exceso de peso, se mejoran las patologías asociadas y el paciente recupera la autoesta y mejora su calidad de vida.
Según el Dr. Juan Carlos Ruiz de Adana, del departamento de cirugía de obesidad mórbida del Hospital de Getafe, hay tres tipos de intervenciones quirúrgicas que pueden realizarse laparoscopia:
Restrictivas: Para reducir el tamaño del estómago, lo que se pierde peso al ingerir menos alento.
Malaabsortivas: se genera una malaabsorción de la comida en el intestino lo que el alento se elina con las heces.
Mixtas: Procedientos que incoran técnicas de las dos anteriores.
En el prer caso se trata de instalar una banda gástrica ajustable que pide la entrada de comida en una parte del estómago. En palabras del doctor Ruiz de Adana, ‘esta técnica es sencilla, el tiempo de intervención es corto y tiene muy baja morbilidad postoperatoria, pero requiere un minucioso seguiento ambulatorio para ajustarla a las condiciones del paciente (saciedad, perdida de peso, dificultad al tragar, etc.)’.
En cuanto a las técnicas malaabsortivas, se opta la derivación biliopancreática (técnica de Scopinaro y el cruce duodenal). Consiste en una intervención más complicada para pacientes con un mayor grado de obesidad, es decir, con un índice de masa coral superior a 55. En este caso se reduce un tercio de la capacidad del estómago y se altera el proceso de digestión para evitar que los alentos sean absorbidos el intestino y se expulsen directamente con las heces. El doctor Ruiz de Adana señala que ‘el paciente prácticamente no tiene litada la ingesta pero el proceso de malabsorción provoca siempre, en mayor o menor grado, diarrea, meteorismo y flatulencia.’
Por últo, la técnica mixta es el Bypass gástrico, que deja una pequeña parte del estómago unida al intestino delgado para transformar la digestión y que la comida pase directamente al intestino sin pasar el duodeno. Es muy útil en pacientes con un índice de masa coral menor de 55, lo que hace que sea ‘la técnica más frecuentemente utilizada en nuestro país la excelente calidad de vida y escasos efectos secundarios ya que no provoca estados carenciales o déficit protéicos’
Pero una vez que se realizan estas intervenciones viene la segunda parte. Como indica el doctor Federico Mayo, especialista en cirugía plástica, ‘cuando se adelgazan muchos kilos reducos nuestra masa coral pero no el tamaño de la piel’. Al perder peso la piel del abdomen, los muslos, brazos, mamas, glúteos y rostro quedan flácidas y envejecidas.
Tras la operación para tratar la obesidad mórbida, el doctor Mayo recomienda ‘haber alcanzado una estabilización en el peso coral de al menos seis meses antes de plantear cualquier tratamiento quirúrgico’. Este tratamiento depende de la zona a tratar.
En los brazos se emplea la braquioplastia, una escisión elíptica de piel y tejido celular subcutáneo. En los glúteos y los muslos se recurre al lifting para elinar la acumulación de piel en estas zonas.
En la cara se hacen pequeñas intervenciones para recuperar la expresión original del paciente. Para los ojos se utiliza la Blefaroplastia inferior transconjuntival, para elinar las bolsas de piel de los párpados, y la cantopexia externa, que eleva el canto externo del ojo y tensa el párpado inferior. En la región cervical y la parte baja del rostro se usa la ritidectomía cervicofacial, para dar más expresividad a la musculatura de la cara. Por últo, el relleno de Colleman consiste en introducir tejido adiposo del propio paciente en las hendiduras entre la nariz y la boca.
