Según un proyecto legislativo, los medios de Comunicación de China podrían ser multados si informan sobre emergencias como disturbios o desastres naturales sin contar con aprobación oficial. Ante semejante noticia, PRComunicación ha querido contactar con algunos de los expertos en Comunicación de Crisis en nuestro país para sondear cuál era su opinión acerca de que semejante propósito pudiera ver la luz…y estas han sido algunas de sus reacciones. Miguel López Quesada, Presidente de Weber Shandwick Iberia y Latinoamérica, uno de los expertos consultados este diario, ha señalado que ‘Los medios internacionales presentes en China no creo que se someten a una censura previa: no me agino a la CNN pedir permiso para informar sobre un terremoto’. Así mismo, en caso de confirmarse, López Quesada considera que ‘lo que demostraría sería un afán intervencionista, pero que en la práctica sería muy difícil llevar esta medida a cabo. Los medios de información, normalmente, van a ser capaces de informar, máxe si hablamos de medios online o blogs, ejemplo. Sería un error, que los medios pueden.’ Por otro lado, Carlos Paniagua, Presidente de Paniagua Consultores, va un paso más allá: ‘si la crisis no existe, no hay necesidad de expertos en crisis’. Para argumentar la postura del gobierno chino, recordó una anécdota producida hace unos veinte años durante una reunión internacional cuyo leitmotiv era la homosexualidad, ‘durante la cual el representante de la URSS dijo que en su país no existían oficialmente homosexuales, así que él poco tenía que atar al respecto’. Paniagua concluye señalando que ‘hay determinadas crisis de trascendencia que se pueden controlar, aunque en aquellas que trascienden al ámbito internacional es prácticamente posible. El gobierno chino puede dar información, restringir el paso a los medios…se cortan los canales de comunicación, y si los medios extranjeros intervienen, se les puede expulsar’. Víctor Sánchez del Real, Vicepresidente de Image Group considera que ‘vulnerar derechos fundamentales en cualquier país me parece muy grave, si bien en determinadas situaciones se puedan suspender ciertos derechos, como durante los estados de alarma y de sitio’. Un ejemplo muy reciente lo hemos vivido durante El huracán Katrina, donde determinados derechos se suspendieron en aras del bien común. Conociendo la situación que vive la República asiática, Sánchez del Real cree que la medida va más encaminada la vía de disturbios que la de catástrofes naturales, con el objetivo de ‘poder controlar el flujo de información’. Un modelo contrario sería todo aquello relacionado con la energía nuclear, campo en el que hay que comunicar cualquier hecho que se produzca ley (en España y la Unión Europea): lo razonable sería un término medio. Como anécdota, el Vicepresidente de Image Group ha mencionado que durante un largo periodo de tiempo las radios de Corea del Norte no venían adaptadas para sintonizar emisoras: sólo se podía escuchar la emisora oficial. Lo que parece claro es que ante una política comunicativa tan opaca, las posibilidades de poder actuar con rigor en una situación de máxa tensión se reducen considerablemente. Seguiremos Informando…
