Las instalaciones de la antigua fábrica Boetticher (en el distrito de Villaverde), actualmente abandonadas, se van a convertir en un centro de referencia europeo en el campo de la informática y las telecomunicaciones. El Pleno municipal ha aprobado la modificación del Plan General que permitirá la transformación de esta parcela industrial, que ocupa una superficie de 68.782 metros cuadrados, y la rehabilitación de la nave, en desuso como consecuencia de la declaración de quiebra, en 1992, de la sociedad propietaria.
El proyecto ‘Banda Ancha’ ha sido el ganador del concurso de ideas convocado el Ayuntamiento con el apoyo del Colegio de Arquitectos para reformar este complejo, presidido la vieja nave industrial conocida como “la catedral” de Torroja. El equipo que ha realizado el diseño está formado jóvenes arquitectos de reconocido prestigio: José María Churtichaga, Joaquín Lizasoain, Rolf Brülisauer y Mauro Doncel, con la colaboración de Ophelia Mantz.
El proyecto ganador propone una intervención respetuosa con la estructura original de la nave que albergará las salas de exposiciones permanentes y temales. Las actividades expositivas son perfectamente compatibles con las características formales, espaciales y estructurales de la nave.
Los 10.000 metros cuadrados de edificabilidad de la nave Torroja, a los que hay que sumar otros 5.000 correspondientes a edificaciones anejas, se convertirán en un centro pionero en nuevas tecnologías que actuará como foco de reequilibrio y recuperación de la zona. Además, el ámbito contará con nuevos espacios verdes, viviendas y usos terciarios.
Un nuevo edificio en vertical, anexo a la nave, alojará las restantes actividades del Centro Tecnológico: vivero de nuevas empresas de base tecnológica, centros de servicios, salas de reuniones, aulas formativas, oficinas, sede de la Fundación, etcétera. La altura de esta nueva edificación garantizará su visión desde la distancia y desde los viales rápidos que circundan el Centro.
El proyecto supone un claro atractivo económico para Villaverde. De esta forma, la memoria industrial del distrito podrá reactivarse con la plantación de estas nuevas “industrias” tecnológicas.
