MÉXICO D.F. (29/06/06) Ayer fue la últa otunidad de los candidatos a la Presidencia de México para dirigirse al electorado y pedirle su respaldo en las urnas en los comicios del domingo 2 de julio. Tirando toda la ca a la parrilla, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el conservador Felipe Calderón esperan romper el empate de las encuestas a su favor.
MÉXICO D.F. (29/06/06) Ayer fue la últa otunidad de los candidatos a la Presidencia de México para dirigirse al electorado y pedirle su respaldo en las urnas en los comicios del domingo 2 de julio. Tirando toda la ca a la parrilla, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el conservador Felipe Calderón esperan romper el empate de las encuestas a su favor.
Se trata de unos comicios cruciales para la consolidación democrática del país, después de que en 2000 el actual mandatario Vicente Fox terminara con su triunfo con más de setenta años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en esta ocasión se presenta en tercera posición, bajo la figura de su candidato, Roberto Madrazo, que cerró su campaña en el puerto de Veracruz.
Con una leve ventaja sobre el candidato oficialista del Partido Acción Nacional (PAN) y bajo una ligera lluvia, el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cerró su campaña en la famosa plaza del Zócalo, en la capital del país, se mostró seguro de una histórica victoria ante más de cien mil partidarios vestidos de amarillo.
El candidato progresista reivindicó la purificación de la vida pública, prometió terminar con la corrupción –sobre todo la que calificó de “delincuencia de cuello blanco”, socorrer a los pobres del país y una política y técnica y no ideológica en cuanto a lo económico, intentando combatir los resquemores de los mercados financiero sobre la consolidación de la estabilidad económica. “El 2 de julio no sólo ganaremos, también quedará de manifiesto que no siempre triunfa el dinero sobre la moral y la dignidad de nuestro pueblo”, fue una de las frases de López Obrador para concluir su campaña.
Quien le pisa los talones, Felipe Calderón –ex ministro de la actual administración y símbolo de continuidad, hizo lo propio en la ciudad más charra de México: Guadalajara, después de que en las últas semanas incrementara considerablemente los mensajes emitidos en radio y televisión orientados a generar el temor hacia el ala de izquierdas.
Pero en el acto mismo, el representante del oficialismo fue conciliador y aseguró que respetará la voluntad de los mexicanos ante miles de partidarios que se congregaron en la explanada del Instituto Cabañas.
Unidos los mariachis
Tanto López Obrador como Calderón contaron en sendos cierres de campaña con una de las figuras folclóricas más emblemáticas de México: los mariachis. En el caso del postulante del PRD fue una docena de músicos que entonaron hermosas canciones populares. El candidato conservador sólo contó con un músico, que lo despidió, al término del acto, en la explanada del Instituto Cabañas de Guadalajara.
