CARACAS (20/07/06) La delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que representa a más de mil diario y revistas de todo el continente, dio a conocer el esperado informe sobre la situación de los polarizados medios de comunicación en Venezuela y, tal como se sospechaba, éste fue de gran dureza: acusó al gobierno de Hugo Chávez de no estar a favor de una prensa libre e independiente y conminó a las autoridades gubernamentales a respetar las normas constitucionales que garantizan la libre expresión.
CARACAS (20/07/06) La delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que representa a más de mil diario y revistas de todo el continente, dio a conocer el esperado informe sobre la situación de los polarizados medios de comunicación en Venezuela y, tal como se sospechaba, éste fue de gran dureza: acusó al gobierno de Hugo Chávez de no estar a favor de una prensa libre e independiente y conminó a las autoridades gubernamentales a respetar las normas constitucionales que garantizan la libre expresión.
El comité viajó al país suramericano y, a sólo semanas de que el gobierno del presidente Hugo Chávez amenazara con no renovar las licencias de varios canales de televisión privados, pudo ver en terreno la situación y sacó sus conclusiones: las autoridades han intentado socavar la libertad y la independencia de la prensa y dijo tener pruebas de que los trabajadores de los medios de comunicación deben enfrentar amenazas o ataques parte de spatizantes de la administración chavista.
“Un cla de hostilidad permanente contra medios y periodistas; el cierre temal de periódicos; las amenazas de quitarles las licencias de operación a radios y televisoras; las decisiones administrativas y leyes que se entrometen con los contenidos y políticas editoriales de los medios; las leyes que aumentan las penas de cárcel contra los periodistas desacato y deformación y que van en contra de la tendencia interamericana a elinar plenamente estos delitos”, declaró en una rueda de prensa la presidenta de la SIP, Diana Daniels, que añadió que Chávez no ha respetado enteramente los principios que recoge la Declaración de Chapultepec.
Desde 1999, el organismo interamericano ha visitado en ocho ocasiones el país. En estos momentos, uno de los casos más recientes que afecta a los medios venezolanos es el del diario Correo del Caroní, cuyas instalaciones podrían ser derribadas.
Las autoridades venezolanas, representadas el ministro de Información y Comunicación, William Lara, restaron legitidad a cualquier declaración de la SIP y rechazaron reunirse con sus representantes, que no pudieron conocer la versión de los hechos del Gobierno.
Pero su reacción no se ha hecho esperar. La viceministra de Estrategia Comunicacional, Amelia Bustillos, que calificó el informe de reiterativo, sesgado, irrespetuoso y ajeno a la realidad del país. “La SIP, en su papel de ente defensor de las empresas de comunicación y no de sus periodistas y trabajadores, que no la reconocemos como otra cosa, volvió a cumplir en nuestro país el rol de agente de la oposición, anada los actores de siempre, al repetir mentiras que sólo buscan desprestigiar al Gobierno del Presidente Chávez”, concluyó.
La prensa venezolana se encuentra, además, en un estado de fuerte polarización, donde los medios estatales sólo reproducen la opinión gubernamental, mientras que los privados se litan a recoger la voz de la oposición.
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