Antonio Hortelano –Valencia, 1975 ha participado, desde mediados de la década de los noventa, en varias películas y series de televisión. Sin embargo, toda la audiencia le recordará como Qui, el chico rebelde del colegio Azcona en la serie ‘Compañeros’, papel que le catapultó de la pequeña pantalla a las carpetas de las quinceañeras y que dio vida durante cerca de 100 capítulos desde su estreno, en marzo de 1998, hasta junio del 2001. No reniega de su pasado, pero dice que el personaje no le ha marcado mucho más que otros. Desde hace tan sólo dos semanas, Antonio encarna a Juan ‘el camello’ en la nueva serie de laSexta ‘SMS: Sin Miedo a Soñar’.
¿Cómo es el personaje de Juan en ‘SMS’ y en qué se parece a Antonio?
Juan trabaja en un pub y, para ganar un poco más de dinero, pasa drogas… es el camello de todos estos chicos, chavales jóvenes; y hace esto para ganarse un poco más de dinero y dejar un poco esta vida de trabajo, de excesos…
Se me ocurre que esto, lo del consumo habitual de drogas en las series juveniles, era una utopía hasta hace bien poco, siempre existía una especie de veto al alcohol, al tabaco…
Nosotros tratamos este tema de una manera muy natural. ¿Por qué? Porque hay gente que vende drogas, chavales que toman drogas, y que el consumo de drogas es cada vez más precoz. Son cosas que son así, que se ajustan a una realidad que sucede y que no veo qué no pueda contarse. Intentaremos no herir demasiado las sensibilidades del público, pero vamos, son cosas que se tienen que contar. La serie habla de lo que hacen los chavales fuera de casa.
¿Tiene Antonio Hortelano, a sus treinta años, miedo a soñar?
No. Ningún miedo. Para nada.
Comenzaste, en el 96, haciendo tus pinitos en la pequeña pantalla también en Globomedia, de la mano de ‘Médico de familia’. De nuevo en casa, diez años después. ¿Qué ha cambiado en tu vida?
Pues hombre, han cambiado muchas cosas, claro. Sobre todo, que te vas haciendo más mayor, vas pensando en muchas cosas y vas cogiendo más experiencia, y un poquito más de madurez quizá. Ahora soy más tranquilo, también… no sé, supongo que sí que se cambia. Yo creo que a mejor, aunque no lo sé seguro (risas).
Fuiste, a finales de los noventa, el ‘enfant terrible’ de la televisión. ¿Qué es lo que guardas de aquel espíritu?
‘Compañeros’ fue una serie que se vio mucho y que a mi particularmente me ayudó, sobre todo, a aprender. Coges soltura, experiencia, y aprendes de todos los actores y técnicos que estaban ahí… aprendí muchísas cosas, fue una serie que creo que estaba muy, muy bien hecha; hicos capítulos fantásticos… sobre todo, se aprende. Es uno de los trabajos a los que más cariño tengo, supuesto.
¿Aún llevas dentro ese papel?
Yo sé como soy, y tampoco sé si tendría mucho que ver lo del ‘enfant terrible’ con todo aquello del personaje; con cómo soy, tampoco soy un rebelde… Pero bueno, sí, siempre se tienen cosas, un poquito, del personaje; el personaje forma parte de ti y hay cosas que se parecen, y otras que no.
Apuesto a que incluso hoy te siguen llamando Qui hasta en tu casa.
No, ahora ya no. Date cuenta que la serie dejó de emitirse hace, lo menos, seis años… Pero en su momento, cuando se emitía, sí.
A casi película año, ¿te sientes encasillado en el papel de eterno adolescente?
No, para nada. No. No me siento encasillado. Hay veces que sí que te piden algo parecido, pero otras muchas no; he hecho algunas películas que se alejaban del estereotipo. Por ejemplo, cuando terminamos de grabar la película de ‘Compañeros’, me llamó José Miguel Suárez y me dio un papel totalmente distinto. Arriesgó también lo suyo, pero me encantó hacer ese papel.
¿No crees que ‘SMS’ ofrece un formato muy manido en España, una réplica de lo que fueron ‘Compañeros’ o ‘Al Salir de Clase’? ¿Cual es la innovación que puede enganchar a la audiencia?
La serie habla de gente joven, pero no es lo mismo la gente joven de ahora que la gente joven de hace cinco años. Todo ha cambiado. Quizá sea muy parecido a las series a las que te refieres; se tocan temas actuales, como en aquellas, pero algo ha cambiado, las cosas cambian rápidamente.
¿Te refieres a un cambio social?
Claro, supuesto. Cuando nosotros hacíamos ‘Compañeros’, que también se emitía ‘Al salir de clase’, éramos una juventud muy abierta, pero ahora creo que lo somos mucho más. Ahora todo es mucho más precoz, se empieza antes a hacer todo. En ‘SMS’ hablamos de chavales más jóvenes, aquí se supone que los protagonistas tienen unos dieciséis años. Es distinto; pero aunque los temas sean parecidos, las edades no son las mismas.
¿Pero reflejan verdaderamente estos formatos los problemas reales de los jóvenes?
Yo creo que se reflejan, e incluso creo que, muchas veces, se suavizan, respeto y no pasarse. Probablemente, los jóvenes de hoy son mucho más… A ver, ¿cómo te lo diría? Hablamos, como en todo, de grupos específicos, pero los que vemos en ‘SMS’ todavía están muy ‘suavizados’ a como yo creo que realmente son.
La realidad es mucho más jodida, ¿no?
Claro. Se toman muchas más drogas, se bebe mucho más; se hacen muchas más locuras que en la serie; que aunque se hagan, siempre se intenta aguantar un poquito para no pasarse.
¿Y qué opinas de este fenómeno que ahora se ta, también, desde Latinoamérica, con series como Rebelde? ¿Cuál es la diferencia con respecto a las series de aquí?
Pues verás, es que, sinceramente, no las veo que no me da tiempo. Pero bueno, mejor que se vean las españolas, ¿no? Que tengamos más trabajo los actores de aquí…
¿Qué series, nacionales e internacionales, le gustan a Antonio Hortelano?
Es que, si te digo la verdad, no veo mucha televisión. Internacionales, hay algunas que están muy bien hechas como, ejemplo, ‘House’, ‘Urgencias’ estaba muy bien… Hay que aprender mucho de esas todas esas series, ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ también estaba muy bien… no sé, son series que, el problema, es que no suelo seguirlas. ‘Los Soprano’ también me parece fantástica, son series muy bien hechas, rodadas en formato de cine, que tardan un poquito más en hacerlas… creo que todo eso también se nota, es calidad; además, son actores fantásticos.
¿Y de las series de aquí?
Suelo ver muchos capítulos, pero sueltos. Estamos mucho tiempo trabajando y no me da tiempo, prácticamente, a nada. Veo un poco más cine.
¿Y le gustaría interpretar una película con… bajo la dirección de…?
Verás: no te puedo dar nombres que me encantaría hacer una película, prero, que me interese mucho; segundo, que me llene mucho y, sobre todo, con los actores y directores que quieran trabajar conmigo y me den confianza y tranquilidad.
Venga, de una chica, aunque sea, mójate.
No, que no tengo ninguna preferencia.
¿Se liga mucho en plató?
Para nada. Uno pasa tantas horas trabajando, y va todo tan deprisa que, al ser una serie diaria, no da tiempo a tener espacios de, pongamos, una hora esperando a que se ilumine el plató… Tenemos media hora secuencia, así que no da tiempo para nada. Tienes tiempo para cambiarte, un ratito de ensayo, y empezar a rodar.
Vamos, que el roce, en la tele, no hace el cariño…
Para nada.
Qué mentiroso.
Es todo un mito.
